La resurrección de Rubén Sanz
El diestro soriano Rubén Sanz el pasado julio en El Burgo | Imagen de David Cordero compartida en redes por el equipo de comunicación del torero.
Segunda puerta grande consecutiva del verarno para el matador soriano, en esta ocasión en Segovia. El sábado 21 toreará en Almazán. Tras la pandemia y pasados los 40 el diestro vive su mejor momento: “Ha vuelto la vida”.
La pandemia parece haber dado una segunda oportunidad al matador de toros Rubén Sanz y el diestro soriano parece dispuesta a aprovecharla. Pasada la cuarentena y 10 años después de su alternativa en la propia capital soriana el torero vive una segunda juventud que pronto podría superar a la primera.
Tras años de tentaderos particulares, el soriano volvía a los ruedos y es que, como ha expresado en muchas ocasiones, para el torear es una necesidad, un refugio, una forma de expresar su arte, su vida. Su carrera taurina no ha sido sencilla y muchas de sus críticas más duras han venido de la propia Soria.
Luchando contra propios y extraños (descubre aquí su personalidad e historia) el matador soriano actuaba el pasado 3 de julio en una corrida mixta en el Burgo de Osma. “Volver a la vida”, señalaba. La vuelta a los eventos tras la pandemia y la nueva confección de un calendario taurino sin duda peculiar parecen haberle venido bien. En El Burgo, tras varios años sin vestirse de luces, abría la puerta grande acompañado de Sánchez Vara.
Un triunfo que le permitía colocarse en otros 3 carteles más para este verano. Primero en Mozoncillo (Segovia) en una tarde de toreros locales, luego en Almazán y por último en la siempre taurina Cuellar (29 de agosto). Sin duda la de Almazán, por la categoría de sus acompañantes y por lo difícil que ha sido para Rubén torear en su propia tierra, tiene un carácter especial. Eso será el próximo sábado 21, pero antes era el turno de Mozoncillo.
En la jornada de ayer, en la plaza de toros de Mozoncillo (Segovia) el soriano demostraba su buen estado de gracia con sendas orejas más petición en ambos toros lo que le permitía volver a salir a hombros. Junto a él, el Aduareño, con dos orejas. Completaba la terna Javier Herrero, ovación con saludo y 1 oreja.
Los toros han vueltos y con ellos ha vuelto también “la vida” para Rubén.