La rápida actuación de los servicios contra el fuego hacen bajar las primeras estimaciones.
Finalmente, el incendio de Cueva de Ágreda, ayer, que se iniciaba por la tarde (17:46) y que se daba por controlado a las 20:15 horas, arrasó 3,4 hectáreas de terreno arbolado, principalmente de pinar y también rebollo.
En principio, y tal y como se presentaba el siniestro en los primeros momentos, las primeras estimaciones calculaban una superficie mayor, pero el numeroso dispositivo establecido y la rápida intervención de los servicios antiincendios, tanto de Castilla y León como de comunidades limítrofes llevaron a reducir sustancialmente las cifras iniciales.
En las labores de apagado tomaban parte un técnico de Medio Ambiente; cuatro agentes medioambientales; el helicóptero de Garray y los dos de la BRIF de Lubia con sus respectivas dotaciones; un buldocer; Cuatro autobombas; tres cuadrillas de tierra de la Junta, otras dos de Zaragoza además de un avión llegado de Agoncillo (La Rioja) y de otro helicóptero de Aragón. A ello hay que sumar la presencia de la Guardia Civil y la intervención de los bomberos que la Diputación mantiene en el parque de Ólvega.
Las causas todavía no han sido confirmadas, si bien todo apunta al parecer a labores apícolas que se estaban llevando a cabo en esta zona del Moncayo.
Decir también que en la noche también ayer, se producía otro fuego forestal en Yanguas. El inicio del incendio era constatado a las 23:55 para quedar sofocado tres minutos después. Intervenía un agente medioambiental de la Junta y la superficie afectada, pasto, fue de 400 metros cuadrados. Las causas están en proceso de investigación.