Cesefor estudia el rendimiento de un tipo de vigas de madera

Habida cuenta de que el mundo de la madera se va reinventando gracias a las nuevas tecnologías, maquinarias y procesos de ejecución, el Cesefor y la compañía Maderas Pisuerga están trabajando en un proyecto de innovación para el desarrollo y análisis de vigas denominadas 'I-Joist', elaboradas a base de láminas, que permitan sacar el máximo partido a la madera al precio más competitivo y con los mejores resultados, trazando así un futuro para este material.

Este proceso comenzó con un análisis del sector maderero en el que se ponían de manifiesto todas aquellas empresas a nivel mundial que pudieran estar desarrollando algo similar. Seguidamente se empezó a estudiar el modo de añadir valor a los modelos ya existentes a la vez que se cumplían con las pautas previstas, una viga funcional hecha con restos de otros materiales, con un diseño diferente y una eficacia similar o superior a lo existente en el mercado.

Combinando los procesos de ejecución y producción entre empresa y el centro de servicios ubicado en Soria se han obtenido unos resultados que en cuanto a competitividad técnica resultan más que favorables para la comercialización de estas vigas.

A lo largo de este proceso se han testado diferentes formatos y modelos, utilizando diferentes calidades de la materia prima y variando los materiales y los distintos diseños. Gracias a la diversidad de muestras se ha podido fijar cuáles serían los materiales y calidades que aportan la mayor resistencia, además de las dimensiones más adecuadas para adquirir el mejor producto posible que haga una realidad el futuro de este sistema de soporte en la construcción

El proyecto sigue su curso, y en una siguiente fase serán determinados parámetros mecánicos que permitan a ingenieros y arquitectos poder calcular diferentes tipologías de estructuras ligeras.

Este proyecto ha podido salir adelante gracias a la financiación del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) de la Unión Europea y la Junta de Castilla y León, a través del Instituto para la Competitividad Empresarial de Castilla y León (ICE), con el objetivo de potenciar la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación.