Sara Barrero, la soriana que investiga los anticuerpos del futuro

Sara Barrero es una soriana que podría llegar a hacer historia en el mundo de la bioquímica. De momento, después de acabar la carrera, ha realizado las prácticas en un laboratorio del CSIC. El Centro de Biología Molecular Severo Ochoa acogió a Barrero para realizar sus prácticas y poder elaborar el Trabajo de Fin de Grado, algo que le ha servido para colaborar en un estudio que podría llegar a ser determinante, ya que trabajan in vitro para generar anticuerpos de muy alta afinidad.

"La idea es que, en un futuro, se puedan generar anticuerpos específicos frente a un virus o bacteria para producir sueros que puedan actuar durante una infección", explica Barrero. Es decir, si el trabajo del Centro Severo Ochoa sale adelante, se podrán generar tratamientos efectivos para que no ocurra como en los comienzos de la actual pandemia, cuando las personas fallecían en horas tras infectarse con el SARS-COV-2. "Serviría para producir de manera urgente anticuerpos atenuando los síntomas de forma rápida", puntualiza.

Sara Barrero se muestra muy satisfecha con el resultado de su trabajo de Fin de Grado, pero la ambición de esta soriana no concluye aquí. En septiembre comienza un máster y continuará en el Centro Severo Ochoa, con la posibilidad de tener un contrato a media jornada: "En menos de un mes vuelvo al laboratorio para seguir con mi labor porque no quiero dejarlo a medias", explica.

Una carrera de fondo

Sara Barrero nació y creció en Soria. Estudió hasta cuarto de la ESO en las Escolapias y realizó el Bachillerato en el IES Castilla. En estos dos centros germinó su ilusión por ser científica: "Gracias a los profesores de Biología, Química o Física descubrí que esta era mi pasión. Ellos me animaron y me motivaron, despertaron mi vocación por la ciencia", expresa de forma entusiasta. Considera que el buen nivel de la educación en Soria "me ha ayudado, sobre todo, en los primeros años de universidad".

Su desembarco en la capital de España, para cursar Bioquímica en la Universidad Autónoma de Madrid, supuso un cambio radical en su vida. "Además del terremoto personal que supone salir de tu ciudad, me di cuenta de la alta exigencia de la carrera que elegí. Tienes que estudiar todos los días para preparar trabajos y exámenes que en ocasiones son semanales. Al final, aunque hay veces que parece imposible, lo consigues. Cuando miras atrás te das cuenta de que merece la pena el esfuerzo", expresa.

Aprendizaje paralelo

Durante su estancia en el laboratorio del CSIC, esta soriana ha aprendido varias lecciones que le servirán durante toda la vida y ayudan también para derrumbar estereotipos. La primera de ellas es la experimentación con animales, ya que Sara Barrero ha tenido que investigar la respuesta de sus sueros con ratones, antes de probar su eficacia en humanos.

"Me da la sensación de que hay personas que creen que es esto es algo negativo, pero es imprescindible utilizar modelos animales para avanzar en investigaciones que podrían tener un impacto en millones de personas", refiere Barrero. No obstante, aclara, que esta experimentación tiene sus límites porque solo se puede llevar a cabo "por razones específicas y tras aceptarse por el Comité de Bioética". Además, continúa la soriana, "en el laboratorio se respeta a los animales al máximo; por ejemplo, trabaja un técnico de animalario que los cuida y vela por su bienestar día tras día".

El segundo de los aprendizajes de Sara Barrero durante sus prácticas es que "la investigación en España está muy mal pagada". En realidad, la bioquímica se dió cuenta de esto durante el tercer curso de carrera, lo que la llevó a barajar la opción de dar el salto a la industria farmacéutica, con mejores salarios. Pero el trabajo en el laboratorio la atrapó.

El futuro

En el Centro Severo Ochoa ha sido feliz y, por ello, continuará su labor durante el próximo curso. Algo que, "lamentablemente", parece que tiene fecha de caducidad. Sara Barrero saldrá de España "casi con total seguridad". Buscará su destino en Suiza, Reino Unido, Holanda o Noruega porque "ambiciono crecer como bioquímica y desarrollar mi carrera, en el mundo de la ciencia salir es casi obligado porque en España las oportunidades son escasas o precarias".

Sara casi tiene las maletas hechas, pero sigue albergando la esperanza de que las cosas cambien. También sueña con que el Gobierno actual, o los sucesivos, lleven a cabo un plan de descentralización en las diferentes administraciones e instituciones. "Si en Soria existiesen oportunidades para los investigadores, muchas personas elegirían esta provincia. Por calidad de vida no se puede comparar a las grandes ciudades", refiere.

Un mensaje para los jóvenes

Antes de concluir su conversación con Soria Noticias, Sara Barrero manda un mensaje a los más jóvenes. "Quiero animarles a estudiar mi carrera porque a mí me hubiese hecho ilusión tener una referencia".