Pablo Muñoz, la constancia de un campeón nacional

Pablo Muñoz comenzó hace tan solo un año a practicar el tiro al plato por los ánimos de sus amigos. 365 días después, el tirador de Garray consiguió el pasado fin de semana convertirse en campeón nacional de 4º categoría después de derribar 189 platos en Valladolid.

El trabajo y la constancia de Muñoz durante este año han sido dos de las claves para alcanzar esta meta: “Me lo he tomado muy en serio, he entrenado con mucho tesón 3 veces por semana en Almazán y han llegado los resultados”.

Ese trabajo incansable le ha llevado a proclamarse campeón nacional. Pablo Muñoz manifiesta estar “muy ilusionado porque es la recompensa al trabajo de todo el año”.

La práctica que atesora con la escopeta al ser cazador también ha sido un aspecto fundamental. En ese sentido, el tirador garreño explica que “la mayoría de la gente que empieza con el tiro al plato son aficionados a la caza que encuentran un atractivo especial a este deporte”.

Otro de los logros que ha conseguido durante este fin de semana ha sido el de ascender 1 o 2 divisiones. En este deporte, los participantes se dividen en categorías en función de la experiencia y el número de platos derribados. Actualmente, competía en 4º, pero con su actuación en Valladolid podría subir hasta 2º.

Próximos objetivos

En su meteórica escalada dentro de este deporte, Pablo Muñoz expresa que sus próximos objetivos radican en seguir aprendiendo y mejorando marcas para intentar luchar por metas más ambiciosas.

Dentro de esa ambición, Muñoz manifiesta que uno de sus sueños sería poder acudir a unos Juegos Olímpicos, aunque expresa que es algo que “está muy lejos a día de hoy”.