Sanidad alcanza el ecuador de la décima Legislatura autonómica con el objetivo, condicionado por la evolución de la crisis mundial por la COVID-19, de seguir avanzando en la mejora del sistema asistencial de la Comunidad y de la calidad asistencial prestada a todos sus usuarios, ya sea en el ámbito rural o urbano, a través de cambios necesarios para afrontar nuevos retos y garantizar la sostenibilidad, la equidad y la accesibilidad a la prestación sanitaria.
La consejera de Sanidad, Verónica Casado Vicente, ha comparecido hoy ante la Comisión de Sanidad de las Cortes de Castilla y León, a petición propia, abriendo así el programa de intervenciones de los consejeros de la Junta para hacer balance de la mitad de la décima Legislatura autonómica.
La responsable sanitaria autonómica califica estos dos años como 'totalmente atípicos' a causa de la pandemia por la COVID-19, cuya gestión urgente, excepcional y diaria ha sido prioritaria y aún más el ámbito competencial de su departamento, agradeciendo Verónica Casado muy especialmente la labor de los profesionales directamente implicados en la atención de esta emergencia sanitaria mundial, tanto asistenciales como de Salud Pública y de otros cuerpos y servicios a la Comunidad (empleados públicos, policías, militares, farmacéuticos, personal de transporte sanitario, colectivos laborales, etc.)
En este contexto extraordinario, la consejera ha referido en su intervención un recorrido por la pandemia y sobre las decisiones e intervenciones que, afrontar su extrema gravedad y globalidad, ha supuesto a lo largo de las distintas ondas epidémicas que la infección por el SARS-CoV-2 ha generado desde marzo del año pasado y su tremendo impacto social, asistencial, económico, educativo y en otros órdenes, tanto individual como colectivamente de los castellanos y leoneses.
Casado recorre las diferentes ondas pandémicas que han afectado a España y a la Comunidad de Castilla y León, con sus condicionantes y circunstancias de todo tipo, las decisiones adoptadas, los objetivos perseguidos, las medidas implementadas y, entre otros aspectos, planteamientos a futuro en el conjunto del Sistema Nacional de Salud para afrontar otras posibles situaciones semejante.
Entre los objetivos generales con los que ha trabajado la Consejería de Sanidad a lo largo de toda la pandemia por la COVID-19 han estado la disminución de la incidencia de los casos, de la prevalencia de la enfermedad, de letalidad y mortalidad y de sus consecuencias y posibles secuelas.
También en ese marco general de intervención pandémica las medidas claves implantadas han sido: (sanitariamente) la detección precoz de casos, especialmente a gran escala cuando se dispuso de las herramientas adecuadas para ello; el refuerzo de profesionales y en centros, lo que ha supuesto numerosos ocasiones que quedará vacías las bolsas de empleo correspondientes; la reorganización de personal y de servicios; la mejora de la seguridad laboral y el establecimiento de circuitos separados; y la vacunación; (no sanitariamente), medidas restrictivas basadas en la evidencia; y la coordinación de las actuaciones para el conjunto del Sistema Nacional de Salud, a través del Consejo Interterritorial.
En este último aspecto coordinador y planificador para el conjunto estatal, Verónica Casado insiste en la necesidad ineludible de dotar a la sanidad española de los mecanismos y herramientas jurídicos que permitan a las comunidades autónomas y al conjunto del Sistema Nacional de Salud afrontar futuribles pandemia, actualizando una legislación estatal y orgánica en este ámbito que se ha manifestado como insuficiente y anticuada.
También estos últimos meses han servido para que la Junta, aún en el contexto pandémico y directamente relacionado con su impacto sobre la asistencia sanitaria en la Comunidad, haya seguido planificando de cara a futuro, contando para ello con grupos de trabajo tanto de profesionales (de Atención Primaria y hospitalaria) como en el marco del ‘Pacto para la Recuperación Económica, el Empleo y la Cohesión en Castilla y León’, auspiciado por las Cortes autonómicas o las recomendaciones del Consejo Económico y Social de la Comunidad.
La Consejería de Sanidad ya trabaja en el cumplimiento de las propuestas emanadas de estos foros, algunas ya en curso, entre las que destacan:
- Garantizar el suministro de reactivos y material fungible suficientes para poder realizar las pruebas precisas en caso de rebrotes de gran magnitud.
- Aprovechar todos los recursos de los departamentos de las universidades de Castilla y León, así como los laboratorios privados si fuera preciso, para la realización de pruebas diagnósticas de la COVID-19.
- Mejorar los sistemas de información de microbiología de la Comunidad.
- Implementar un almacén sanitario avanzado con depósito especializado que asegure la existencia de equipos de protección y otros equipos médicos que puedan ser necesarios en futuras pandemias.
- Mantener el doble circuito mientras que así sea preciso.
- Establecer la cita previa como forma de acceso a la consulta tanto para los centros de salud como para los consultorios locales.
- Potenciar la consulta telemática superando la consulta telefónica e introduciendo video llamadas y mejorando otras herramientas en línea como la ‘Carpeta del paciente’ y ‘Sacyl Conecta’.
- Elaborar un Plan de Actuación Integral al Paciente COVID.
- Mejorar las unidades de críticos y su equipamiento.
- Reducir listas de esperas y garantizar que la prioridad 1 es abordada en tiempo.
- Mejora de la coordinación entre Salud Pública y Atención Primaria.
- Actualizar la actual distribución de zonas básicas de salud a la situación demográfica existente, elaborando propuestas de modificaciones de cupos para conseguir tamaños óptimos y potenciando la presencia de Enfermería en todos los consultorios de Castilla y León para atender a una población envejecida necesitada de cuidados.
- Extender la cita previa a toda la Comunidad.
- Mejorar la dotación de Atención Primaria y su resolutividad, mejorando su gestión mediante la creación de gerencias de Atención Primaria en todas las áreas.
- Desburocratizar las consultas médicas potenciando el papel de la figura del administrativo.
- Mejorar la atención continuada, valorando la actual distribución de puntos de guardia y retos sanitarios en el corto, medio y largo plazo que puedan comprometer la actividad.
- Potenciar la asistencia a patologías tiempo-dependientes con nuevos recursos y utilizando las nuevas tecnologías.
- Planificar la renovación de las plantillas con previsión de las jubilaciones que se puedan dar en los próximos años, estableciendo procedimientos que garanticen la fidelización y reducción de la precariedad laboral.
- Incentivar la figura del docente, instando al Ministerio a establecer un plan de recursos humanos nacional.
- Crear un plan de humanización.
- Mejorar la transparencia del sistema sanitario y seguir trabajando en la mejora del Observatorio de Sacyl.
- Mejorar la financiación de la sanidad
La consejera Casado recuerda en su intervención balance de hoy que, al inicio de la actual período político, establecía como principio rector de su labor al frente del departamento sanitario autonómico “trabajar con una mirada siempre en el medio y largo plazo, atendiendo también a lo urgente, pero sin perder de vista las reformas profundas que precisa nuestro sistema sanitario, siendo nuestros objetivos la efectividad, la equidad, la eficacia y la viabilidad del sistema. Para ello teníamos claras nuestras prioridades: más inversión, transformación y ordenar lo urgente”.
Si bien la pandemia ha obligado a centrar esfuerzos el último año y medio en tan excepcionalmente grave situación social y sanitaria, la Consejería de Sanidad ha mantenido sus planteamientos iniciales plasmados en los acuerdos de Legislatura del verano de 2019, algunos de ellos con importante avances que los sitúan en un cercano cumplimiento.
Así, en transparencia se audita y publica periódicamente listas de espera y se ha creado un observatorio con indicadores de actividad, desempeño y resultados; asimismo, en ese compromiso con la información ciudadana, la Administración autonómica castellana y leonesa ha sido ejemplo reseñable de información continua y amplia, tanto estadísticamente como sobre toma de decisiones, durante la pandemia, utilizando para ello todos los recursos sociales posibles.
En lo referido a accesibilidad al sistema se ha potenciado las unidades de diagnóstico rápido y las consultas de alta resolución, hasta con 33 especialidades en estas últimas y casi quince mil y 176.000 consultas el año pasado respectivamente en cada uno de esos recursos asistenciales.
Los profesionales sanitarios han visto cómo el establecimiento de un sistema de concurso-oposición y de traslados abierto y permanente está permitiendo reducir la temporalidad y cubrir plazas que, hasta ahora, tenían grandes dificultades para ello; también en este ámbito de los recursos humanos los esfuerzos se están focalizando en mejorar la capacidad de resolución en Atención Primaria.
Presupuestariamente, la inversión sanitaria de la Junta ha aumentado sustancialmente, alcanzado el 7,5 % del P.I.B. castellano y leonés, con, nuevamente, especial atención a la Primaria, que ha visto incrementado en casi un 20 % la cuantía destinada, superando los 1.419 millones de euros en 2021.
La Comunidad ha avanzado en la tramitación, pendiente de su trámite parlamentario, de una Ley de Derechos y Garantías de las Personas al Final de la Vida, destinad a asegurar a los ciudadanos el respecto a sus voluntades en ese momento, garantizando unos cuidados paliativos de calidad y también la seguridad jurídica de los profesionales intervinientes ante las complejas situaciones que puedan plantearse.
El SARS-CoV-2, la COVID-19 y la pandemia desencadenada han tensionado los sistema sanitarios colocándolos en situaciones muy complicadas, en las que se han significado las debilidades pero también ha permitido mostrar por dónde avanzar en su mejora futura e, incluso, comenzar el camino con la implementación de medidas, previsibles, pero que ahora convertidas en urgentes y necesarias.
El sistema sanitario público de Castilla y León está ante retos y situaciones ya actuales o no muy lejanas en el tiempo que lo ponen en riesgo en sus ámbitos de atención, especialmente en lo referido a la Atención Primaria, por lo que es el momento de adoptar políticas que redunden en una exitosa reorganización y su reforzamiento ante los condicionantes que puedan lastar la asistencia sanitaria: la dispersión geográfica; la pérdida de población; el envejecimiento; el aumento de enfermedades crónicas: dependencia y fragilidad de los pacientes; la falta de especialistas de Medicina de Familia y el gran número de jubilaciones próximas en este colectivo, además de también cada vez mayor edad, con la repercusión en coberturas de incapacidades temporales; nuevas necesidades; cambios en la cartera de servicios; y nuevas herramientas tecnológicas.
Los objetivos sobre los que abordar esta realidad pasan por mejorar la calidad del sistema; responder a la necesidades sanitarias de la población; mantener la accesibilidad y la equidad de los servicios asistenciales prestados a la ciudadanía; organizar de forma eficiente la dotación de profesionales, para dar la más adecuada respuesta a las necesidades de los castellanos y leoneses; fomentar la promoción de la competencial profesionales; y aumentar la corresponsabilidad personal en los cuidad de la propia salud, favoreciendo el auto cuidado y el empoderamiento sanitario de los usuarios.
La reorganización y refuerzo de la Atención Primaria y continuada es apuesta por asegurar que todo ciudadano de esta Comunidad tenga médico y enfermera asignados; aumentar la calidad de la asistencia; aumentar la inversión; crear puestos de trabajo en el sistema sanitario; incrementar la equidad en el acceso a la atención sanitaria en situación de requerimiento urgente asistencial, especialmente en zonas con alta despoblación; modernizar los puntos de atención continuada (P.A.C.); aumentar la resolutividad; y, en definitiva; hacer más eficiente el sistema.
Para ello la Junta de Castilla trabaja en aspectos concretos como la cita previa (prácticamente ya instaurada en toda la Comunidad); modificaciones en el mapa sanitario o de zonas básicas de salud; redistribución de la población, redefiniendo cupos óptimos por profesionales, pero garantizando que cada usuario dispone de un facultativo o enfermera de referencia siempre asignados; redistribución de tareas entre los profesionales de los equipos sanitarios, reduciendo burocratización y potenciando la gestión compartida a demanda; mejora de la capacidad resolutiva de la Atención Primaria y continuada, a través de equipos de tele presencia e interconsultas con especialistas hospitalarios o del uso de tecnología sanitaria (maletines digitales y ecógrafos portátiles); modificaciones en el ámbito de la atención continuada, incrementado sustancialmente algunas categorías, como la Enfermería; además de continuar con la reforma y construcción de centros de salud previstos en distintos municipios de la Comunidad.
Concretando los planteamientos de mejora de la atención continuada, éstos se asientan mantener su accesibilidad, facilitar el funcionamiento habitual de la Atención Primaria, aumentar la resolutividad de la atención a la urgencia en el primer nivel asistencial, y aprovechar al máximo las nuevas tecnologías.
Para ello, la Gerencia Regional de Salud prevé aumentar resolutividad de los puntos de atención continuada; y crear dos tipos de puntos de atención continuada: un punto principal, que contará con médico, enfermera, estando totalmente equipado y con unidad de soporte vital básico; y puntos de atención vinculados, donde la Enfermería va a jugar un papel esencial, ya que contará con una enfermera de equipo y una enfermera especializada en urgencias, que estarán en contacto permanente con el P.A.C. principal y su médico mediante tele presencia).
La tele presencia va a ser, precisamente uno de los pilares fundamentales en este cambio, ya que no sólo estarán conectados P.A.C. principales y P.A.C. secundarios, sino que, a la vez, estos dos tipos de niveles asistenciales van a estar conectados con los servicios de urgencia de los hospitales y con el centro coordinador de emergencias, para poder atender aquellos casos más complejos con apoyo de otros especialistas: el trabajo en equipo y en red va a ser fundamental en este nuevo modelo.
La Consejería de Sanidad seguirá avanzando esta legislatura en las líneas estratégicas establecidas para los hospitales de Sacyl y así, se seguirá adaptando la cartera de servicios hospitalarios y reforzándose recursos asistenciales como las consultas de alta resolución o las unidades de diagnóstico rápido.
La tele presencia y la tele consulta, al igual que en Atención Primaria y continuada, son herramientas fundamentales para una sanidad moderna, por lo que su extensión, tanto en el territorio como en la especialización asistencial, no sólo mejora la calidad del servicio prestado sino que facilita la accesibilidad de la población al sistema, superando distancias y barreras físicas, demográficas laborales, sociales, económicas,…
Obviamente la reducción de las listas de espera, sobre todo en lo referido a prioridad 1 y demoras, es objetivo insoslayable al que la pandemia ha afectado notablemente, por todas las circunstancias que ha conllevado la presión asistencial relacionada con los miles de casos COVID-19 registrados en la Comunidad.
Precisamente, la evolución de las distintas ondas pandémicas y su agravamiento han tenido especial incidencia en la continuidad de las intervenciones puestas en marcha cuando así la presión asistencial lo permitía y que se han basado en el empleo y uso ordenado de los recursos ordinarios liberados de la atención COVID-19; la utilización de manera extraordinaria de los activos propios, mediante más contrataciones y más tiempo de uso de quirófanos y medios diagnósticos; y, en caso de persistencia de causas de claro origen estructural del sistema, la valoración de la contratación de procesos para la reducción de las listas de espera.
También en el ámbito hospitalario las previsiones para lo que queda de legislatura se centran en seguir avanzando en construcción y dotación de nuevas infraestructuras, con especial mención al nuevo Hospital Universitario de Salamanca, pero también los proyectos de los nuevos centros hospitalarios de Palencia y Aranda de Duero (Burgos) e intervenciones en Ávila, León, El Bierzo y Segovia.
Asimismo se prevé la inversión, por encima de 37 millones de euros, la adquisición, renovación y puesta en funcionamiento de equipamiento hospitalario de alta tecnología, diagnóstica y asistencial.
Especial compromiso en este ámbito de nuevas prestaciones hospitalarias en lo referido a las unidades satélite de radioterapia (previstas en Ávila, El Bierzo, Palencia, Segovia y Soria), cuyos proyectos, técnica y dotacionalmente en cuanto a recursos humanos, presentan alta complejidad, estando más avanzado el de Ávila (en ejecución la obra) mientras que en El Bierzo y Soria se están redactando los proyectos.
Por su parte, la Gerencia de Emergencias Sanitarias ha mantenido durante la pandemia la actividad de su centro coordinador, incluso estableciendo un segundo centro de operaciones para la gestión de la COVID-19 en su ámbito de actuación, tanto en lo referido a la gestión de sus recursos asistenciales urgentes como a la atención de la línea telefónica 900 222 000 habilitada para información general a la ciudadanía sobre la infección por SARS-CoV-2.
El transporte sanitario y la renovación de su convenio, ocasión que se prevé sea aprovechada para la dotación de nuevos recursos, especialmente en lo referido a la atención de emergencias, es otro de los ámbitos en los que trabaja Sacyl; al igual que en la elaboración de la Estrategia de Enfermedades Raras de Castilla y León y la Estrategia Autonómica de Salud Mental, textos en los que ya se está trabajando, aunque en el caso de esta última pendiente del marco al respecto que pueda establecer el Ministerio de Sanidad con su planificación nacional.
La crisis por la COVID-19, como ya hemos indicado anteriormente, ha puesto en evidencia puntos débiles del sistema sanitario español y castellano y leonés y, obviamente, la gestión de los recursos humanos es uno de los grande retos, con una escasez de profesionales ya acuciante en dieciocho especialidades pero que amenaza con profundizarse aún más si no se afronta en el corto, el medio y el largo plazo.
La falta de planificación global a la hora de formar nuevos profesionales, las jubilaciones que se han producido en los últimos años, el éxodo de algunos de nuestros profesionales a terceros países o la creciente competencia con la medicina privada son algunos de los elementos que han determinado esta escasez de profesionales suficientes para dar cobertura a todas las plazas que precisamos, una situación que afecta a todas las comunidades autónomas españolas.
Dos son las estrategias que la Junta sigue para, al medio plazo, incrementar su disponibilidad de profesionales sanitarios en todas las categorías: mejorar la estabilidad laboral y disminuir la precariedad laboral dentro del sistema; y aumentar la formación de nuevos profesionales sanitarios que puedan entrar a formar parte del sistema e ir reponiendo las jubilaciones, permisos o bajas por incapacidades temporales.
En el ámbito de la estabilidad laboral se ha implementado un sistema de concurso-oposición y de concurso de traslados abierto y permanente, habiéndose adjudicado 1.440 plazas de diferentes categorías profesionales.
Por su parte, las plazas acreditadas para la formación de especialistas en la Comunidad se han venido aumentando en las última convocatorias y Castilla y León seguirá acreditando nuevas plazas y nuevas unidades docentes; no obstante, este ritmo de aumento no es suficiente para la reposición de plazas, de manera que es necesario la adopción de medidas comunes para todo el Sistema Nacional de Salud.
La digitalización del sistema sanitario, los sistemas de información y las nuevas tecnologías son fundamentales para una asistencia de calidad: disponer de la mejor información sobre las personas atendidas, un equipamiento moderno para diagnósticos y tratamientos y nueva herramientas que faciliten el día a día de los profesionales, son claves.
Con este fin se han producido importantes avances y evoluciones en materia de interoperabilidad y actualización entre los sistemas de información sanitaria, lo que facilita la disponibilidad trimestral, a través del Observatorio de Sacyl, de conjuntos de datos sobre Atención Primaria, hospitalaria y de la Gerencia de Emergencias Sanitaria; la idea es que, a lo largo de lo que queda de legislatura se complemente con la disponibilidad de indicadores de actividad, resultados y de desempeño.
El sistema de información de los laboratorios de la Comunidad, que habilitará su mejor y más rápida interconexión; el portal de datos BISION, con indicadores de actividad en Primaria y en hospitales (quirúrgica, consultas externas, urgencias, hospitalización, C.M.B.D., etc.); y la dotación de equipos portátiles con conexión a Internet, para garantizar la conexión de los profesionales sanitarios a la historia clínica del paciente, además de la consolidación y ampliación de funcionalidades de la app ‘Sacyl Conecta’ son otros proyectos en marcha en este ámbito digital.
La Salud Pública –y el esfuerzo y la dedicación de sus profesionales, normalmente menos conocido, pero fundamental- ha adquirido un protagonismo relevante y visible socialmente en los últimos meses, poniendo de manifiesto así su extraordinaria importancia en el conjunto del sistema sanitario y en el cuidado de la salud individual y colectiva.
Con el fin de atender a esta relevancia y actualizar los recursos con lo que potenciar su labor, tanto en lo referido a sistemas de información como a programas de intervención personal y comunitaria, la Junta va a poner en marcha una Estrategia de Salud Pública en Castilla y león, que pondrá el foco en los siguiente ámbitos, entre otras cuestiones:
- Aumentar el número de profesionales dedicados a la Salud Pública.
-Aumentar la capacidad de la Red de Alertas en Salud Pública para que los Servicios Oficiales de Salud Pública presten servicio de manera continuada con todos sus efectivos y para todo tipo de alertas.
- Potenciar programas de detección precoz de cáncer y consejo genético.
- Incluir nuevas enfermedades en el Programas de Detección Precoz de Enfermedades Congénitas.
- Reordenar horarios de jornadas extraordinarias de los servicios de vigilancia en mataderos.
- Potenciar la sanidad ambiental mejorando el control sobre el gas radón y otros programas destinados a controlar la calidad del agua, con nuevos programas de vigilancia de agua de consumo humano y de la gestión de la calidad de las aguas de baño y de las condiciones higiénico-sanitarias y de seguridad en piscinas.
- Nuevo mapa de oficinas de Farmacia, con nuevos establecimientos especialmente en el ámbito urbano.
- Mejora de la Red de Laboratorios de Salud Pública con una mayor especialización, mejora del equipamiento y optimización de recursos.
La pandemia ha afectado a todo la sociedad y, en el ámbito asistencial, su presencia ha supuesto la necesaria y continua a adaptación a circunstancias novedosas y cambiantes; esto también ha tenido su reflejo presupuestario.
Así la Consejería de Sanidad contaba para 2020 con un presupuesto que, inicialmente, superaba los 3.500 millones de euros; sin embargo, el esfuerzo al que ha obligado la crisis sanitaria por la COVID-19 ha situado el presupuesto final ejecutado del ejercicio pasado en los 4.835,7 millones de euros, en decir, 1.260 millones a mayores.
En el presente año, las cuentas de la Junta para sanidad ascienden a 4.633 millones de euros, lo que supone el 45,18 % del total de las cuentas autonómicas y prácticamente el 7,5 % del producto interior bruto castellano y leonés.