Después de dos años muy complicados por la pandemia, este sector no ha sido bonificado con ningún importe de la tasa fiscal de juego fija que hay por máquina a diferencia del resto de comunidades.
Durante la pandemia numerosos sectores se han visto muy afectados por el descenso de sus beneficios. Uno de ellos ha sido el de las máquinas recreativas en Castilla y León. En los últimos dos años se han visto abocados a cerrar varias veces.
El vicepresidente de la Asociación Soriana de Empresas de Máquinas Recreativas (ASOPER), Carlos Alcalde, explica que el 15% de sus clientes ha cerrado este año a causa del Covid: “Si seguimos así a principios del año que viene habrá cerrado el 30% de nuestros clientes. Las restricciones no nos han dejado coger ritmo”.
Una de las principales quejas que tiene la Asociación está relacionada con el trato de la Junta. Según representantes de ASOPER, Castilla y León ha sido la única comunidad del país que no ha bonificado a las empresas con la tasa fiscal de juego fija que hay por máquina.
El presidente de la Asociación, Rodrigo Fernández, añade que todo el dinero que recibió la Junta por parte del Gobierno para “ayudarnos, lo hemos vuelto a pagar, al ingresarles la tasa con normalidad y con los intereses de los aplazamientos”.
“Para nuestro sector es la puntilla. Al final lo que hace la Junta es reducir el negocio y que nosotros tengamos que ajustar todo al mínimo. Esto les repercute a ellos porque reciben menos dinero de la tasa fiscal. Nos están machacando y hundiendo”, afirman los representantes de ASOPER.
En busca de una solución, la Asociación sigue intentado entablar conversaciones con la Junta y ha creado una plataforma. Según Fernández y Alcalde, “todos los partidos políticos excepto PP Y Ciudadanos nos entienden y están a favor de nosotros”.
Además de las dificultades provocadas por la pandemia, el sector de las máquinas recreativas tiene un enemigo que les visita todos los años: los robos. Durante este verano, la empresa de Carlos Alcalde ha sufrido 3 hurtos de máquinas en Medinaceli y Berlanga de Duero.“Está siendo desesperante la situación. Desde la Subdelegación del Gobierno nos pidieron que tomáramos más medidas y así lo hemos hecho con los cierres acorazados”, expresa.
El problema que surge con estos cierres es que los ladrones se llevan las máquinas para abrirlas tranquilamente en algún descampado y destrozarlas posteriormente. Según el vicepresidente de ASOPER, uno de los robos ha superado los 6.300 euros, entre el dinero recaudado y el valor de la máquina.
Estos hechos se producen sobre todo en verano, épocas en las que los pueblos están llenos de gente y es menos extraño ver tráfico a altas horas de la madrugada. En palabras del presidente, la zona de Berlanga de Duero es una de las más afectadas, ya que los ladrones “llegan por la Nacional 2, hacen batida por varios pueblos y se marchan por la Nacional 1”.
Junto a los robos, la ludopatía es otro de los problemas que intentan solucionar desde ASOPER. Para ello están colaborando con asociaciones nacionales de juego responsable y ayudando a los jugadores que lo necesitan a través de diferentes medios. Una de esas soluciones, es el fomento de la autodenuncia para impedir a uno mismo que pueda entrar a las salas de juego.
Respecto a esta situación, Rodrigo Fernández explica la posición del sector con los individuos que tienen este trastorno: “Queremos que la gente juegue de manera responsable. Somos los primeros interesados en que estas personas no estén en nuestras máquinas porque se van a crear un problema serio”.
Con todo ello, el sector de las máquinas recreativas cerrará en breve un nuevo trimestre después de todas las dificultades que ha arrastrado en los dos últimos años.