Entre los objetivos estratégicos figura implantar la cultura de ‘residuo cero’, que se traduce en unos objetivos cuantitativos, revisables cada tres años, destacando la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero, en los sectores afectados por la estrategia, en un 25 % y de la generación de residuos en un 15 %.
El Consejo de Gobierno ha aprobado esta mañana la Estrategia de Economía Circular de Castilla y León para un ámbito temporal hasta 2030, alineándose con el ambicioso ‘Plan de Acción de la Unión Europea para la economía circular’. Entre los objetivos estratégicos figura implantar la cultura de ‘residuo cero’, que se traduce en unos objetivos cuantitativos, revisables cada tres años, destacando la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero (en los sectores afectados por la estrategia) en un 25 % y de la generación de residuos en un 15 %. Para su financiación se recurrirá, entre otros instrumentos financieros, a los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos, al Programa H2020 (Horizon Europe), el Programa LIFE, el Programa INTERREG o el Green Deal europeo.
La Estrategia de Economía Circular de Castilla y León quiere hacer de la Comunidad Autónoma un territorio competitivo e innovador y libre de emisiones de carbono, que sustente su economía sobre un modelo regenerativo, basado en un uso eficiente de los recursos naturales, al mismo tiempo que un modelo económico justo, que garantice la igualdad de género y la inclusión social. La Estrategia cubre el ámbito temporal 2021-2030 y establece cuatro líneas estratégicas organizadas en 16 programas de trabajo y 76 medidas concretas.
Las líneas estratégicas son:
Para la aplicación de la Estrategia de Economía Circular, la Junta de Castilla y León elaborará planes de acción trienales con actuaciones concretas y dotadas presupuestariamente para el periodo considerado, incluyendo el seguimiento de la Estrategia, liderado por la Consejería competente en medio ambiente y coordinado con el resto de las consejerías de la Junta de Castilla y León.
Las acciones contempladas en la Estrategia deben encaminarse a conseguir unos objetivos cuantitativos específicos, que se revisarán cada tres años, entre los que se encuentran:
En la elaboración de esta Estrategia se ha contado con la participación de un amplio abanico de sectores y ámbitos de actuación implicados. Para ello se han organizado jornadas informativas, se ha dado audiencia a diversos interesados, a las diferentes consejerías de la Junta de Castilla y León y a la Federación Regional de Municipios y Provincias. De igual forma se ha recabado informe del Consejo Regional de Medio Ambiente de Castilla y León, del Consejo de Cooperación Local y del Consejo Económico y Social.
En paralelo al proceso de elaboración de la Estrategia de Economía Circular se han ido desarrollando diferentes herramientas y servicios de apoyo a los agentes clave de Castilla y León, y para contextualizar el marco de desarrollo de la propia Estrategia entre las que podemos citar:
Aun cuando la economía circular puede ponerse en relación con prácticamente todos los ODS, la Estrategia tiene una relación más directa con los Objetivos 8 (empleo digno y crecimiento económico), 9 (Industria, innovación e infraestructuras), 12 (Producción y consumo responsables) y 13 (Acción por el clima).
La Estrategia de Economía Circular destaca también la importancia de su coordinación y del establecimiento de sinergias con otros instrumentos de la política de la Comunidad y especialmente con:
Sobre la Economía Circular
La economía circular es uno de los pilares básicos del Pacto Verde Europeo y de los Fondos Next Generation de la Unión Europea y por lo tanto uno de los ejes en los que se fundamenta la recuperación económica y la resiliencia de la economía europea.
Para ello, la Unión Europea adoptó en 2015 el primer plan de Acción de Economía Circular, revisado y reforzado con un nuevo Plan de Acción en 2020.
La economía circular surge como una respuesta a la pérdida de competitividad de la economía europea, a la escasez o encarecimiento de materias primas básicas para el funcionamiento de la industria europea, el estancamiento económico y la pérdida de empleo experimentadas en la última década. No obstante, la economía circular también responde a la evidencia de que el modelo económico lineal ha generado un consumo exorbitante de materias primas y energía, gran parte del cambio climático y grandes volúmenes de residuos y de sustancias peligrosas, con graves impactos sobre el medio ambiente y la salud de las personas.
La economía circular ofrece respuestas a estos problemas ambientales y a los problemas de escasez de materias primas y, al mismo tiempo, es la gran oportunidad para mejorar la competitividad de la economía europea, para generar nueva actividad económica y empleo con fuerte anclaje territorial, contribuyendo a una mayor cohesión y justicia social.La Economía Circular es fundamental para alcanzar también los objetivos climáticos adoptados en París, ya que se estima que un 45 % de las emisiones de gases de efecto invernadero dependen directamente de la forma en como producimos bienes y alimentos y gestionamos la tierra y los ecosistemas.