Según el indicador europeo que se conoce como tasa AROPE, el porcentaje de riesgo de pobreza y exclusión social se situó en Castilla y León el año pasado en el 19,9%, es decir, 474.000 personas. La situación se ha agudizado por la pandemia Covid19, pero también por otros factores que ya están afectando a las familias, como la subida del precio de la luz o combustible, señala IU.
La encuesta del Instituto Nacional de Estadística (INE) señala que el 8,40% de los hogares de la Comunidad “tienen muchas dificultades” para llegar a fin de mes”, más del doble del año pasado. El informe también refleja que un 24,7 por ciento de los hogares de Castilla y León no tenían en 2020 capacidad para afrontar gastos imprevistos.
Izquierda Unida de Castilla y León, coincidiendo con la celebración del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, este 17 de octubre, vuelve a denunciar que la pobreza no tiene que ver con tener o no tener empleo. La precariedad, la temporalidad, los bajos salarios que perciben muchas y muchos trabajadores en nuestra comunidad, hace que muchas personas con trabajo estén en riesgo de exclusión social.
El informe AROPE señala, un año más, que la pobreza no tiene que ver con la inmigración, las personas sin hogar, la falta de estudios o el desempleo. Solo una de cada tres personas en situación de pobreza no tiene empleo, la mayoría el nivel educativo es medio, más del 90% tienen vivienda y el 72% de las personas afectadas son de nacionalidad española.
Medidas como el Ingreso Mínimo Vital, elemento imprescindible para garantizar una cobertura de ingresos mínima en todos los territorios, y, que aún necesita muchas mejoras en su implementación, debe de estar acompañado con políticas públicas, que en este caso corresponden a la Comunidad Autónoma, garantizar el bienestar social de quienes viven en Castilla y León, competencias transferidas y por lo tanto responsabilidad del gobierno del PP y C.s en Castilla y León.
Izquierda Unida advierte, también, que el tipo de familia o segmento social influye sobre la pobreza. Tener hijos es un factor de riesgo de pobreza. Solo las personas que viven solas o aquellas familias sin hijos tienen una tasa de pobreza menor de la media. Por el contrario, aquellas personas que viven con niños dependientes soportan una pobreza muy superior. Destacan como muy preocupante la situación que viven las familias monoparentales y monomarentales, con un menor dependiente, donde el porcentaje de pobreza severa se sitúa en un 38%.
El coordinador regional de IUCYL, Juan Gascón, ha señalado que la pobreza no es sólo una cuestión de rentas. "La falta de servicios públicos, el deterioro de la sanidad pública en nuestra Comunidad y la atención a la dependencia, repercuten en la calidad de vida de quienes habitamos esta comunidad. Es una necesidad en nuestra Comunidad implementar ya un sistema público de cuidados, imprescindible para sostener la vida y a la gente" indica.
Solamente desde lo público, con unos servicios sociales que abandonen la lógica existencialista de la caridad, "tan practicada por nuestro Gobierno autónomo, podremos abordar de manera coherente procesos justo de inclusión social".
El coordinador de IU insiste en que “la pobreza es un problema estructural que requiere un enfoque multidimensional que ponga a las personas en el centro y que limite la acumulación vergonzosa de beneficios y la explotación de las personas”.