El Festival de las Ánimas mira a Diputación y Junta para seguir creciendo

El Festival de las Ánimas concluía el pasado lunes su 36 edición “llenando todos sus espacios y propuestas”, según relataba hoy en un encomiable ejercicio de balance del uso del dinero público su director Nano López. Las sensaciones son positivas no solo por haber colgado el cartel de completo en todas las actividades sino también por la mayor repercusión en redes sociales o los buenos resultados de la retrasmisión en streaming de ciertos eventos.

López señala que el festival ha tomado vida propia y que cada año se hace más grande “porque es la sociedad quien nos demanda más”. Algo que no va a ser posible sin el apoyo de otras instituciones, lamenta, por lo que se llama a las puertas de Diputación, Junta, Gobierno o “Bruselas si hace falta”.

La Diputación, merced a un convenio, en 2019 aportó 10.000€ para que bajo la marca ya creada y reconocida del Festival de las Ánimas se incluyeran otros eventos provinciales. Eso, que este año no se ha producido, se espera recuperar en próximas ediciones para “reordenar” todos los eventos en tornos a la noche de difuntos en la provincia.

A la puerta de la Junta de Castilla y León se ha presentado la solicitud para la declaración del Festival como Fiesta de Interés Turístico Regional. Un reconocimiento que vendría acompañado no solo de una pequeña aportación económica y mayor visibilidad, sino que también abriría la puerta para poder solicitar otras partidas. La solicitud, presentada hace meses, ha sido cumplimentada este año antes de la celebración del festival.

“Vamos a tener que seguir pidiendo apoyos y favores”, señalaba Nano mientras reconocía que el festival sale adelante gracias al trabajo de los voluntarios. Un trabajo profesional que muchas veces no se paga o no se paga como merece, señalaba. Por ello pide que el Festival de las Ánimas sea “un proyecto de todas las instituciones” para que pueda seguir creciendo.

Hándicap

Desde el Festival de las Ánimas se señalan algunos de los hándicaps con los que cuenta el certamen. Su celebración entre finales de octubre y principios de noviembre viene bien para desestacionar turismo y cultura, pero condiciona por el mal tiempo y por el hecho de que la mitad de los años el día siguiente al 1 de noviembre no sea festivo.

Para aprovechar el puente esta iniciativa, que surgió hace casi 40 años de un grupo de amigos, se creó el Desfile de las Ánimas la noche del 31, un evento que este año no se ha celebrado por motivos Covid pero que se espera recuperar al año que viene. Si se celebró la tradicional lectura junto al río con las 1.000 entradas agotadas y cerca de 3.000 espectadores vía streaming.

Además, esta 36 edición ha contado con cerca de 500 obras de 16 países presentadas al concurso de relatos, lleno en todos los pases del Scape Room El sótano del Jazz que pese a alargarse por la alta demanda dejó a unas 200 personas interesadas sin poder participar y también invitaciones agotadas para las lecturas de relatos de terror en las Ruinas de San Nicolás.

La última novedad incluida al festiva en la capital, la carrera, ha contado con 350 personas. 250 de ellas lo hicieron disfrazadas y en familia en la carrera de 3.000 metros y con cerca de 100 atletas en la 10K, “un producto diferente y que ha gustado mucho”, destaca Nano.