Los ocelitanos han debido esperar dos años para presenciar un espectáculo taurino tradicional declarado de Interés Turístico Regional en 2002.
Este sábado, 13 de noviembre, la plaza mayor de Medinaceli acogerá la celebración del único toro de fuego de Castilla y León: el Toro Jubilo. La villa ducal recupera después de dos años (en 2020 las restricciones derivadas del coronavirus obligaron a su suspensión) un rito ancestral que cuenta con la declaración de Espectáculo Taurino Tradicional de Interés Turístico Regional.
Felipe Utrilla, alcalde del municipio, muestra la alegría de recuperar la noche más importante del año en la localidad. En declaraciones para Soria Noticias afirma que "el año pasado los vecinos lo sufrieron, hemos tenido que esperar dos años para regresar a las raíces, pero merecerá la pena".
El festejo cumplirá con todas las medidas de prevención frente al avance del Covid-19. Utrilla asegura que, además del uso obligatorio de mascarilla, se realizará un control de identificación de cada asistente "a la entrada al recinto". "Se controlarán las aglomeraciones y, con responsabilidad, podremos disfrutar de algo tan propio", insiste el primer edil, que se muestra confiado en que "en 2022 podamos recuperar también la verbena que sigue al Toro Jubilo".
Durante la noche del 13 de noviembre (este 2021 el festejo recupera su fecha original), el animal es atado a un madero y recubierto todo su cuerpo de barro arcilloso para evitar quemaduras. En su cornamenta se coloca un asta metálica (gamella o astilla), que luce dos grandes bolas de pez, elaboradas con estopa, aguarrás y azufre, que serán encendidas antes de liberar al toro.
Cinco hogueras, una por cada uno de los cinco Santos Mártires patronos de Medinaceli, iluminan el interior del cercado táurico de la Plaza Mayor y cumplen, además, como burladero llameante añadiendo al conjunto más carga mágica e iniciática.
A las 23.30 horas será el momento en el que un mozo prenda las bolas de pez y se corte la cuerda. Tras la suelta, el animal se enfrentará a las carreras y citas de los mozos hasta que se consuman las llamas de las bolas de pez que porta.
Este tipo de toro de fuego es propio del Levante español, aunque la tradición se extendió por Aragón y el valle del Jalón hasta llegar a la localidad soriana.
Respecto al origen de esta tradición, hay que remontarse a los celtíberos o incluso a otros ritos solares anteriores, y los primeros documentos que tiene el Ayuntamiento de Medinaceli son del año 1490.