La empresa aclara la situación actual y el trabajo que está realizando para afrontar su futuro y su viabilidad.
En las próximas semanas llegarán a las instalaciones de Ondara las primeras 3.000 plantas de cannabis medicinal. Se trata del primer lote de los tres que debe producir la compañía para validar su proceso productivo y conseguir la licencia definitiva para exportar cannabis medicinal, sgún informa la propia empresa.
A finales del pasado mes de octubre, llegaron a las instalaciones de Ondara 48 clones que permitieron al equipo técnico conocer un poco más la planta, y poder poner en práctica las primeras fases del proceso productivo con ellas. Tras esta primera toma de contacto con las plantas de cannabis, la compañía espera la llegada del siguiente envío con más confianza y deseando poder empezar por fin a trabajar con ellas.
En abril, la antigua administración de Ondara hizo una previsión demasiado optimista en cuanto a la fecha de la obtención de la autorización de la AEMPS, consideran los responsables actuales. No se tuvo en cuenta que se trata de un proceso lento que implica correcciones y trámites diversos, y que en otros casos se ha demorado incluso más que en el de Ondara, indican. Esto ha provocado retrasos en todo el proyecto, imposibilitando el cumplimiento del ERTE, que finaliza el 31 de diciembre, ya que aún no se ha empezado con la producción de los lotes de validación, justifica, en un momento complicado, ante la incertidumbre del futuro de los actuales empleos.
A pesar del retraso, que se ha visto también influido por la falta de materiales y por los cambios producidos en la administración de la empresa, Ondara asegura que comenzó con el proyecto de transformación de las instalaciones de forma simultánea a la obtención de la autorización de los lotes de validación. Estas obras se realizan con el objetivo de adaptar las instalaciones al nuevo cultivo de cannabis medicinal y tienen como fecha de finalización febrero de 2022.
La producción de los lotes de validación se iniciará no antes de la última semana de diciembre, mientras las obras siguen avanzando en las áreas que corresponden a las últimas fases del proceso, de tal forma que no interfieran en el mismo. Para esta parte del proceso, será necesario formar e incorporar a 40 trabajadores, que serán indispensables para producir los lotes y que la compañía pueda obtener así la licencia definitiva por parte de la AEMPS, explica la dirección.
Cuando la empresa tomó la decisión de hacer un ERTE, el equipo técnico, con el asesoramiento de FMI, calculó que el personal necesario para producir cannabis medicinal en 3,5 hectáreas (lo que equivale a medio bloque de los dos que tiene el invernadero) sería de 203 trabajadores, ocupando al personal afectado por el ERTE, y que la reincorporación de los empleados respondería a las necesidades productivas necesarias en cada proceso.
Meses después, con la obtención de la autorización para cultivar los 3 lotes de validación, se estimó que para producir las 9.000 plantas de cannabis (3.000 por lote) solo era necesario utilizar, aproximadamente, 0,7 hectáreas de esas 3,5 que se estaban habilitando.
Esto implica que, proporcionalmente y para poder producir estos lotes, serán 40 las personas que se tengan que incorporar ya a trabajar a las instalaciones de Ondara, entre las cuales 12 son los miembros del comité de empresa; 25 pertenecen al colectivo de personas mayores de 55, ya que se ha considerado esencial en este proceso salvaguardar su empleo, por tener mayores dificultades de acceso a uno nuevo; y los 3 restantes se elegirán por su rendimiento, productividad y capacidad.
Una vez la empresa finalice la producción de los lotes con los 68 trabajadores (40 producción y 28 técnicos) y, siempre y cuando consiga la licencia comercial para producir cannabis medicinal, se trabajará para poder cultivar en las 3,5 hectáreas planteadas inicialmente, lo que supondrá de nuevo la necesidad de contar como mínimo con 203 trabajadores, señala la empresa, que quiere aclarar así la situación actual y lo que se está trabajando para el futuro.
Debido a los retrasos ya explicados anteriormente, la producción de los lotes no terminará hasta la primavera de 2022 pero, en vista de lo que ha ocurrido con el ERTE, la empresa no se compromete a dar una fecha de obtención de la licencia comercial, por lo que se ha planteado un ERE para el resto de los compañeros que no se incorporen en esta primera fase, con el compromiso de recontratarlos cuando se tenga la capacidad de trabajar en las 3,5 hectáreas. La compañía afronta este proceso junto con un riguroso Plan de Recolocación Externa para los trabajadores afectados por el despido colectivo a través de un tercero autorizado, con una garantía de recolocación del 50%, se indica.
El 17 de noviembre se inició, junto al Comité de Empresa, el periodo de consultas para la aplicación del ERE con el objetivo de que la empresa se pueda adaptar a la nueva situación y mantener la viabilidad de la misma, apunta la dirección
En cuanto al cambio organizativo, por el cual actualmente Ondara cuenta con un administrador único, David Engel, se trata de una decisión de la propiedad que no implica cambios en el proyecto más allá de la demora ya mencionada. El actual administrador está tratando de avanzar y evitar nuevos retrasos que dificulten la obtención de la licencia, con una apuesta seria y comprometida con el futuro de esta Compañía, de sus empleados y de la provincia de Soria, remarca la dirección de a empresa.