Para la asociación, el derribo va en contra del patrimonio industrial, la historia y la memoria de la ciudad.
Hispania Nostra incorporaba a su Lista Roja en junio a los Cocherones de Gonzalo Ruiz al entender que se trataba de un bien integrante del patrimonio industrial de la ciudad de Soria sobre el que recaía un riesgo cierto de desaparición. "Lamentablemente, ese posible riesgo se ha convertido en una realidad", han señalado en la agrupación toda vez que la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León ha autorizado el proyecto de derribo.
Una actuación que está promovida por Construcciones Soto, S.A., con el fin de urbanizar el espacio resultante, construir varios edificios, dos de ellos de uso residencial, y generar espacios recreativos. "Una vez más, los intereses particulares se sobreponen al interés general y a la protección de nuestro patrimonio cultural. Desgraciadamente, los responsables de conservar la memoria de una ciudad como Soria, rodeada de una larguísima historia y un patrimonio cultural que así lo atestigua, han sido incapaces de proteger precisamente lo que la hace única", han lamentado en Hispania Nostra.
"Como tantas veces ha ocurrido, y sigue ocurriendo, faltan ideas, ambición de ciudad y visión de futuro para enriquecer un patrimonio común que genere calidad de vida, y sobran cortoplacismo y estrechez de miras. Derribando el patrimonio no tendremos ciudades más modernas, tendremos que conformarnos con tener ciudades más vulgares. Triste legado", indican en un comunicado.
En dicha nota recuerdan que en la primera mitad del siglo XX, hacia 1934, se comenzó la construcción de este edificio, según el proyecto del arquitecto municipal Ramón Martiarena Lascurain, ocupando parte de 'Los prados' de la Casa Fuerte de los Beteta y del solar anexo. "Las cocheras pertenecían a la empresa de autobuses del mismo nombre cuyos coches siguen recorriendo la provincia en la actualidad", observan.
Gonzalo Ruiz Pedroviejo fue, según la Real Academia de la Historia, “el empresario que introdujo el automóvil en la provincia de Soria”. Continuó la tradición familiar de trasporte de viajeros, pero sustituyó la tracción animal por el motor e impulsó la implantación en Soria de líneas regulares de viajeros y la segunda revolución del automóvil, así como de la mecanización de la agricultura. Los cocherones se encuentran inventariados por la fundación DOCOMOMO ibérico de arquitectura moderna dentro de la categoría 'Los equipamientos modernos – Nivel B, 1925-1965' (edificios de
importante consideración regional).
Ramón Martiarena Lascurain, arquitecto municipal de Soria entre 1927 a 1942, destacó sobre todo en Soria donde trabajó quince años legando una serie de edificios del movimiento moderno a la historia de la arquitectura de la ciudad de Soria y su provincia.
Dos edificios de interés
En los Cocherones de Gonzalo Ruiz se diferencian dos edificios de interés: El principal, y con acceso desde la calle Sorovega, se construyó sobre la plazoleta triangular que ocupaba la antigua parroquia de Nuestra Señora del Poyo, encontrándose sus restos durante la construcción. Su planta se adapta al espacio irregular de la plaza, adosándose al perímetro amurallado del Palacio de los Beteta con una potente estructura de hormigón protegida con una cubierta de dientes de sierra. La fachada, influenciada por el art decó, presenta tres amplios portones de acceso para los autobuses y dos bandas de huecos rectangulares en las plantas superiores. La cornisa se corona con un frontón mixtilíneo.
El segundo edificio se encuentra dentro del recinto amurallado del palacio. De planta rectangular, la estructura corresponde al tipo basilical, con tres naves longitudinales, una central de 14 m de anchura y 9 m de altura, y dos laterales de 6 m de anchura y 4,5 m en su punto más alto. La nave dispone de 5 pórticos de cerchas transversales con una separación entre ellos de unos 3,5 m. Por último, la fachada presenta dos puertas con arco rebajado de acceso para los coches y un amplio hueco vertical que da luz al interior.
Tras estas descripciones, en Hispana Nostran concluyen indicando que "plantear su derribo va en contra no sólo del patrimonio industrial, sino de la historia y memoria reciente de la ciudad y de la provincia. La salvaguarda de los cocherones es imprescindible para comprender la introducción del automóvil en la provincia de Soria, legado de una empresa que fue protagonista a escala provincial de la segunda revolución del automóvil en España. Además, las construcciones se encuentran completamente integradas en el entorno urbano sin afectar apenas a las estructuras históricas del Palacio de los Beteta".