Tiendas Vivas de Soria: El Motores que enciende San Pedro Manrique

Soria Noticias recoge el guante lanzado por la Diputación Provincial que, a través de la campaña 'Tiendas Vivas', pretende visibilizar la importancia del comercio rural para la supervivencia de los pueblos. Nuestra intención, con una serie de artículos que hoy arrancan, es darle voz a aquellos que, a diario, luchan por mantener sus negocios en pie y , de esta forma, aseguran que sus vecinos tienen los mejores servicios a su alcance. Viajamos por la provincia para mostrar y demostrar que el emprendimiento no tiene fronteras.

Experiencia a granel

José Ignacio del Rincón lleva toda una vida detrás del mostrador de su tienda. El Supermercado El Motores de San Pedro Manrique es ese punto de referencia donde vecinos y visitantes saben que pueden encontrar casi cualquier cosa.

Del Rincón, a tan solo un año de alcanzar la edad de jubilación, es el ejemplo perfecto del espíritu comerciante. Derrocha energía y le sobra conversación, lo que convierte cada compra en su establecimiento en una experienca completa, pues ya se sabe que la tienda de un pueblo también es un punto de encuentro donde conocer las novedades locales y compartir parte de las rutinas.

Recuerda que fueron sus padres los que encendieron en sus dos hijos la chispa del emprendimiento. Fueron ellos los que "arrancaron el negocio familiar hace 80 años en una callejita de San Pedro y luego ampliaron con el traslado a la plaza grande donde nos ubicamos actualmente", cuenta el propietario de El Motores.

Tras acabar el servicio militar obligatorio, los dos hermanos volvieron al pueblo y decidieron repartirse las tareas para seguir creciendo: "Yo me quedé la tienda y mi hermano montó el bar justo en frente. Ahí comenzó nuestra historia con El Motores", expresa.

Vocación de servicio

Del trabajo de aquel encontes al que se realiza en la actualidad solo ha cambiado lo accesorio. José Ignacio del Rincón debe permanecer en constante movimiento, investigando las necesidades de sus vecinos para conseguirles los mejores productos. Además, el esfuerzo debe ser el doble para intentar que el precio sea competitivo.

Él asegura que "estoy feliz en el pueblo" y "tiene muchas cosas buenas tener un negocio aquí". El trato es más que personalizado pues, conoce a cada uno de sus clientes. Tanto que "casi podría adivinar lo que va a comprar antes de que entre en mi tienda", bromea.

También hay sombras

José Ignacio del Rincón también relata las sombras del comercio rural. "Tenemos muchos problemas y ninguna ayuda porque los autónomos del comercio estamos un poco abandonados", refiere.

Del Rincón preferiría que sus hijas no le relevasen tras su jubilación porque "el invierno aquí es muy duro". Por ello, teme que la tienda no siga abierta dentro de dos años. Esto supondría toda una pérdida para San Pedro Manrique, por lo que pide a sus vecinos que "intenten repartir un poquito el gasto entre grandes superficies y comercio local".

Con los políticos es un poco más contundente. "Tienen que venir al pueblo, hablar con nosotros, y así serán conscientes de las necesidades reales del mundo rural", señala.

Para el final, la última reivindicación: "No nos dejan abrir un estanco y poner una máquina de loterías porque no cumplimos el ratio de habitantes, esto no se puede entender", concluye.