Casi todos les llamaban locos, pero ellos no han dejado de creer en una idea que puede acabar en éxito o en éxito. La intención, rehabilitar la ermita de San Roque y San Sebastián, y esto pasa por fabricar una cerveza 100% propia. A simple vista poco tienen que ver los dos objetivos, pero cuando se conocen los detalles todo encaja a la perfección.
En Valdelagua del Cerro descubrieron hace tiempo que, para sobrevivir, no basta con quejarse. Los vecinos, junto con todos los hijos del pueblo, hicieron suyo el lema de que el movimiento se demuestra andando y, actualmente, Valdelagua no solo sorprende, impresiona. Porque la tendencia que se espera en un municipio con 18 habitantes censados y 12 residentes habituales, es que se dejase llevar resignado a su desaparición. Esto no sucede en Valdelagua del Cerro, que nada enérgico contra corriente y con proyectos con los que reclamar financiación “de una forma coherente y justa”, explica Ruymán Domínguez, alcalde del municipio
Valdelagua consiguió que la Iglesia cediese la titularidad municipal, por un periodo de 99 años, de la ermita de San Roque, desacralizada y en desuso desde hace más de cuatro décadas. Una vez conseguido lo “más complicado”, la misión ahora es restaurarla y “lograr que suponga un valor añadido para los vecinos”, explica el regidor.
Para lo más urgente, salvar el tejado y construir un contrafuerte que dé soporte a los muros, se requieren unos 27.000 euros. Demasiado dinero para un Ayuntamiento que cuenta con un presupuesto real, sin tener en cuenta las subvenciones y ayudas, de 37.000 euros.
Poderoso caballero don dinero que, en esta ocasión, parece que no va a imponer su ley en este municipio del Moncayo soriano. Ruymán Domínguez se propuso que la cerveza podría salvar la ermita de su pueblo y, lo que en un principio parecía una idea totalmente descabellada, ahora está muy cerca de convertirse en una realidad.
“Queremos elaborar una cerveza artesana que sea 100% de Valdelagua del Cerro. Es decir, construir una factoría para su producción, que se surtirá íntegramente con las materias primas cultivadas en el término municipal”, explica Domínguez, que puntualiza que “lo único que no se puede hacer aquí es la levadura, pues la normativa es muy estricta”.
La intención del Consistorio es que esta fábrica de cerveza artesana se ubique en la ermita de San Roque, pero se deberá rehabilitar el espacio para poder instalar la maquinaria necesaria. A los 27.000 euros de reforma se deben sumar los 90.000 que cuesta todo lo que se requiere para elaborar cerveza artesana.
Los primeros que creemos que podemos sobrevivir somos nosotros. Luchamos cada día para que sea atractivo vivir en Valdelagua
Y “para que el beneficio no quede solo en el pueblo, se ha decidido sacar la iniciativa a capital privado”, refiere el regidor de Valdelagua. La empresa ya tiene nombre: ‘Cervezas Valdelagua SL’ y la propuesta se ha lanzado a vecinos y también a personas ligadas, de algún modo, al municipio. El Ayuntamiento aportará el 11% del proyecto y el resto se repartirá en forma de acciones. “Cada acción tiene un coste de 200 euros y dará derecho a participar de los beneficios”, aclara Ruymán.
“Por el momento, la ermita será para iniciar la producción y, si la cosa no resulta como esperamos, habremos recuperado un edificio para salón social”, expone el regidor.
Los promotores de la iniciativa, el alcalde y “unos amigos”, llevan tiempo trabajando en el proyecto. Durante los dos últimos años se ha cultivado cebada para testar la materia prima y se han establecido contactos con una empresa que les cederá “dos o tres recetas para ir comenzando”.
Este otoño se ha iniciado la siembra de la próxima campaña, y en enero comenzarán las obras en la ermita. Todo está preparado para que en agosto del próximo año se pueda recoger la cebada, y en diciembre de 2022 esté en el mercado la cerveza artesana de Valdelagua.
Ruymán Domínguez, alcalde de Valdelagua del Cerro, es el mejor embajador de su tierra. Él asegura que “es importante mover la rueda de la despoblación y poner en marcha iniciativas y proyectos que hagan los pueblos atractivos”. Y esto no son palabras vacías, aquí cada vecino tiene una función y el engranaje funciona de forma más que fluida. Las propuestas vecinales se reciben en el Consistorio, que “está abierto siempre”, e intenta encontrar el modo de que salgan adelante.
Así, por ejemplo, el municipio presume de un parking de autocaravanas único en la zona. “Con todos los servicios en cada parcela, juegos para niños y adultos (columpio inclusivo incluido) y hasta cargador de coche eléctrico”, explica el regidor. Un punto de recarga que en un futuro próximo podría dar autonomía a un vehículo municipal, que “los vecinos tendrían a su disposición para trayectos cortos”, añade el primer edil.
Mención aparte merece el sistema de pago que utiliza la mayoría de habitantes de Valdelagua. Un estudiante de ingeniería, de prácticas en el Ayuntamiento, diseñó y puso en marcha un método por el que se elimina el dinero líquido en el pueblo. “Los vecinos recargan unos llaveros o pulseras con los que pueden pagar en el bar o la tienda de la localidad”, explica Ruymán Domínguez. Señala que “para la gente mayor es un adelanto porque se despreocupan del dinero, y para las familias con niños o adolescentes también porque se controla perfectamente cómo emplean la paga”.
Últimos adelantos tecnológicos que se ponen también a disposición del turismo. Códigos QR, disponibles en cinco idiomas, orientan el paseo a los visitantes.