Son datos del Observatorio de la Comunidad de Castilla y León donde, entre otros puntos, se observa que en el conjunto regional, por sexos, las mujeres han sido víctimas de un 83,78 % de estas acciones violentas, frente al 16,22 % que han afectado a los hombres.
La Sección de Agresiones al personal de centros sanitarios del Observatorio de la Comunidad de Castilla y León ha registrado entre enero y septiembre de este año un total de 444 trabajadores agredidos -en 404 incidentes-, lo que supone un 35 % más que las 329 agresiones registradas en el mismo periodo del año anterior, aunque, como dato comparativo, en 2018 hubo 437 y en 2019 fueron 393.
De hecho, la información contenida en el registro de agresiones referente a los años 2020 y 2021 está muy condicionada por las excepcionales circunstancias que se han vivido como consecuencia de la pandemia. En este sentido, 2019 sería el último año 'normal' a efectos de análisis.
En general, se achaca el incremento de las agresiones a la tensión vivida durante los últimos meses, tanto por parte de los profesionales como de la población, que no ha valorado positivamente la limitación de la actividad presencial. Algunos centros han destacado que los usuarios, en ocasiones, no aceptaban las medidas de seguridad impuestas en los centros sanitarios, lo que ha provocado frecuentes enfrentamientos, y también se han producido discrepancias con la realización de pruebas diagnósticas Covid.
Por áreas de salud, el número de profesionales agredidos en el periodo considerado es el siguiente: Soria, 9; Ávila 44; Burgos 76; León 31; El Bierzo 22; Palencia 23; Salamanca 47; Segovia 34; Valladolid Este 67; Valladolid Oeste 59; y Zamora 32.
Según el lugar donde se han producido las agresiones, la Atención Primaria encabeza la estadística con 225 casos (138 en 2020), seguida de los hospitales, con 218 (190 el año pasado), y una más registrada en otros ámbitos (igual que en 2020). Como puede observarse, el incremento de profesionales agredidos aumenta un 14,7 % en los hospitales, frente a un 63 % en los centros de salud y consultorios locales.
Por categorías, 162 de las agresiones las sufrieron los médicos, seguidas de 161 la enfermería, 48 los técnicos en cuidados auxiliares de enfermería, 30 los celadores, 37 personal administrativo y seis otro personal.
Otro dato revelado en el registro del Observatorio es que los meses de verano son los que registran más agresiones. Concretamente, 57 en junio, 82 en julio y 73 en agosto, seguidas de lejos por las 43 de septiembre.
En cuanto al sexo, los datos acumulados a 30 de septiembre reflejan que un 83,78 % han sido contra mujeres (372), por un 16,22 % a hombres (72). El 65,3 % de las agresiones a hombres han sido a médicos, mientras que ese porcentaje baja al 30,9 % en mujeres. Por el contrario, un 39,8 % de las recibidas por mujeres han sido en enfermería, frente a un 18,1 % en la misma categoría en hombres.
Las agresiones físicas han ascendido a 92, mientras que las verbales o gestuales han sumado 387. En cuanto al lugar donde se han producido esos 92 incidentes con daño físico, 54 lo han sido en unidades de Psiquiatría, por 12 en Urgencias o 7 en consultas externas.
Un dato revelador: once trabajadores han sido agredidos este año en centros de vacunación COVID (cinco de ellos en el mismo incidente), mientras que 65 trabajadores refieren agresiones por vía telefónica o en consulta no presencial (15 en hospitales y 50 en Atención Primaria).
Las posibles causas desencadenantes -difícil de analizar en conjunto porque cada incidente tiene unas motivaciones muy específicas- se resumen en disconformidad con la atención recibida (36 % del total de los incidentes, centradas en falta de información, problemas en la asistencia o en la citación), disconformidad con el trato recibido (8,5 %), trastornos mentales (12,9 %) o demandas del usuario (17,2 %, que incluyen problemas relacionados con asistencia sin cita, exigencias de atención inmediata, de recetas, de bajas o de vacunación).
En la reunión de la Sección de Agresiones al personal de centros sanitarios del Observatorio de la Comunidad de Castilla y León se han debatido, además de los datos del registro, las posibles acciones a tomar para reducir los incidentes, como por ejemplo incrementar la formación de los profesionales en prevención de agresiones, explicación de técnicas de comunicación para afrontar situaciones difíciles o reforzar las medidas preventivas cuando se detecten pacientes psiquiátricos reincidentes.