El PMCAOT tiene como objetivo de evitar afecciones en la salud de las personas y el medio ambiente por la contaminación de este gas.
El Consejo de Gobierno ha aprobado esta mañana el Plan de Mejora de la Calidad de Aire por Ozono Troposférico en Castilla y León (PMCAOT) con el objetivo general de evitar afecciones en la salud de las personas y el medio ambiente por la contaminación por ozono en el medio ambiente. Este plan era una de las medidas definidas en la “Estrategia para la mejora de la calidad del aire en Castilla y León. 2020-2030”, aprobada el pasado 11 de junio por la Junta de Castilla y León. El presupuesto asignado al Plan asciende a 4.355.000 euros hasta 2024.
El Plan contiene cinco medidas y cada una de ellas una serie de acciones dirigidas a la reducción de las emisiones de óxido de nitrógeno y otros compuestos volátiles y de los contaminantes precursores del ozono procedentes de la industria, al establecimiento de acciones conjuntas a escala local, al diseño de planes y protocolos para episodios elevados de ozono y al seguimiento de los efectos del ozono.
Medida 1- Reducción de las emisiones de NOx (óxido de nitrógeno) y COV( compuestos orgánicos volátiles):
Acción 1: impulsar una Ley de Cambio Climático.
Acción 2: realizar talleres de formación y divulgación en municipios.
Acción 3: reducir emisiones procedentes del transporte por carretera y fuentes industriales.
Acción 4: crear una red de monitorización a nivel rural, suburbano y urbano.
Acción 5: reducir el uso en los hogares de determinadas sustancias.
Medida 2- Establecer acciones conjuntas a escala local para combatir el cambio climático:
Acción 1: plantar de especies arbóreas y arbustivas en el ámbito urbano y promover el uso de materiales de alto albedo en la construcción.
Acción 2: reducir emisiones de metano procedentes del sector ganadero y gestión de residuos.
Acción 3: reducir emisiones por incendios y quemas agrícolas.
Medida 3- Diseñar planes de acción a corto plazo y protocolos para episodios elevados de ozono:
Acción 1: realizar y poner en marcha planes de acción a corto plazo para episodios elevados de ozono.
Acción 2: realizar una campaña continuada de educación ambiental sobre el ozono.
Medida 4- Reducir las emisiones de contaminantes precursores del ozono procedentes de la industria y otras actividades económicas:
Acción 1: analizar y hacer un seguimiento y control de las emisiones atmosféricas industriales y de otras actividades económicas.
Acción 2: reducir las emisiones de precursores en industrias y otras actividades comerciales a partir de acciones de información y recomendaciones.
Acción 3: revisar anticipadamente las autorizaciones ambientales de las instalaciones emisoras de precursores de ozono.
Acción 4: reforzar el sistema de inspección.
Medida 5- Seguimiento de los efectos del ozono:
Acción 1: revisar y realizar ajustes en la zonificación por ozono en Castilla y León.
Acción 2: realizar estudios sobre la afección a la salud humana.
Acción 3: realizar estudios sobre la afección a la vegetación.
El presupuesto asignado a este Plan de Mejora de la Calidad de Aire por Ozono Troposférico en Castilla y León (PMCAOT) asciende a 4.355.000 para las anualidades 2022,2023 y 2024 y contará con financiación procedente del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), Plan de recuperación y resiliencia, Fondo Social Europeo (FSE), Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER), Programa Horizonte 2020, Programa de Medio Ambiente y Acción por el Clima (LIFE), Fondo Europeo de Inversiones (FEI), Programa para la Competitividad de las Empresas y las PYME (COSME), Planes de Impulso al Medio Ambiente Cambio Climático (PIMA-CC).
Ozono: contaminante complejo
El ozono es un contaminante secundario que se forma en la atmósfera como consecuencia de complejas reacciones químicas en las que intervienen sustancias naturales, otros contaminantes y la radiación solar. Se forma en la atmósfera a partir de contaminantes primarios emitidos por automóviles y fábricas (dióxido de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles) y otros de origen natural emitidos por la vegetación (compuestos orgánicos volátiles fundamentalmente), especialmente en los días con mayor radiación solar y más calor y todo ello sin que exista una relación directa entre la cantidad de contaminantes emitidos por el hombre y la cantidad de ozono detectado.
Además, el ozono no se forma en las proximidades de los focos de emisión sino que se puede formar a cientos o incluso miles de kilómetros de los focos emisores, lo que complica las acciones para su reducción y por ello cobran especial importancia las medidas orientadas a que la población conozca este contaminante y su evolución para que se puedan adoptar medidas de autoprotección.
Afecta a la salud humana mermando la función respiratoria y produciendo inflamación pulmonar, asma y otras afecciones respiratorias y del sistema cardiovascular. Las personas más sensibles a los efectos del ozono son los niños, los adultos mayores y las personas con enfermedades pulmonares. Así mismo tiene efectos sobre bosques y pastizales cuando se someten a niveles altos de ozono. Puede cambiar la composición de las comunidades vegetales y provocar cambios en la floración y producción de semillas en algunas especies.
En Castilla y León las zonas más afectadas por la contaminación por ozono troposférico son Duero Sur, Duero Norte, Montañas Sur, Soria-Demanda, Valle del Tiétar y Alberche y Aglomeración de Valladolid.
Además, en todo el territorio de Castilla y León se pueden apreciar niveles elevados de ozono que pueden dar lugar a que por circunstancias meteorológicas se pueda producir una superación del valor objetivo de protección de la salud en cualquier momento. En cuanto a la superación del valor objetivo para la protección de la vegetación, el ozono ha dado valores superiores a los de referencia legal en la zona sur y este de la Comunidad.
Actualmente en la Comunidad existen un total de 54 estaciones de control de la calidad del aire, de las cuales 23 son gestionadas por la Junta de Castilla y León – 22 fijas y una móvil- , cinco por el Ayuntamiento de Valladolid, una por AEMET, y el resto por las instalaciones potencialmente contaminadoras de la atmósfera ubicadas en la Comunidad, tal y como lo exige la autorización ambiental. También se utiliza, para optimizar los recursos, la estación de la Comunidad de Madrid situada en San Martín de Valdeiglesias. En total 200 analizadores que vigilan la calidad del aire durante las 24 horas del día y los 365 días del año.