El relato, el candidato de la Soria Ya y otras batallas preelectorales en Castilla y León

Según Mañueco, Ciudadanos y el PSOE estaban negociando en secreto para descabalgarle de la presidencia de la Junta. Para el partido naranja, el líder del PP en Castilla y León obedece órdenes de Génova para fortalecer a Pablo Casado en su pulso interno con Isabel Días Ayuso, y para los socialistas, Mañueco únicamente trata de huir de los juicios por corrupción que llegarán a partir de marzo y que afectan tanto a la propia Junta de Castilla y León como a la llegada del propio Mañueco a la presidencia de su partido a nivel regional. Algunos, con ese pragmatismo tan castellano, señalan que el actual presidente del ejecutivo autonómico tiene encuestas que le ponen al borde de la mayoría absoluta y que ese sería motivo suficiente para apretar el botón nuclear.

Sea como fuere, lo cierto es que los castellanos y leoneses están llamados a las urnas el próximo 13 de marzo. Aunque el oleaje de fondo lo venía anticipando desde hace meses, la convocatoria pilló por sorpresa a la gran mayoría. Fue el lunes 20 de marzo cuando Alfonso Fernández Mañueco ‘twitteaba ‘a las 9 de la mañana y un minuto: “Hoy, 20 de diciembre, acabo de remodelar mi Gobierno, con posterioridad he firmado el Decreto de disolución de las Cortes de Castilla y León y la convocatoria anticipada de Elecciones Autonómicas en Castilla y León para el día 13 de febrero de 2022”.

Esos 248 caracteres ponían fin a dos años y medio del primer gobierno de coalición de la historia de Castilla y León. Porque esa remodelación del ejecutivo regional no era otra cosa que la fulminación ipso facta del acuerdo de gobernabilidad entre Ciudadanos y el Partido Popular. Mañueco cesaba a todos los consejeros del partido naranja, incluida la de Sanidad, Verónica Casado, y a su vicepresidente y portavoz Francisco Igea. Un “matrimonio de conveniencia” que se le impuso a Igea desde su partido en Madrid y que, con sus más y sus menos, había funcionado relativamente bien durante dos años, pandemia de por medio.

Pero entonces el PP comenzó a ver a su socio como un lastre y unos comicios anticipados como una oportunidad para librarse de él. Igea había sido la cara de las restricciones más duras durante la pandemia y la cuestionada consejera de sanidad se le sumaba el desgaste de la pandemia con la monumental polémica por su intento de implementar la cita previa y la teleconsulta en el medio rural. Había móvil y oportunidad y solo faltaba una coartada. Mañueco pensó que las intrincadas negociaciones de los presupuestos lo eran y ejecutó la llamada: - “Hola, Paco, que sepas que estás cesado tú y todos los consejeros de Ciudadanos y que voy a convocar elecciones porque es lo mejor". – “Pues muchas gracias, Alfonso”.

Soria Ya

Apenas 2 horas después de la noticia, la plataforma Soria Ya anunciaba en una rueda de prensa (que estaba preparada y programada antes de conocerse el adelanto) que se presentaría a las elecciones nacionales y autonómicas. “Ha llegado el momento de decidir entre seguir protestando con el mismo resultado que los últimos 20 años o presentarnos a unas elecciones y jugar con las mismas cartas que otros territorios", explicaban. Será la segunda vez, tras las últimas nacionales con Teruel Existe, que un colectivo de estas características concurra a unos comicios y la primera desde que la plataforma de la España Vaciada amparase que sus diferentes plataformas y asociaciones dieran el salto a la política.

La Soria Ya se presentará como agrupación de electores y lo hará con su propio nombre. Posteriormente, buscará en las Cortes o en el Parlamento formar grupo político con otros movimientos similares de la España Vaciada. Sobre la pregunta del millón de con quién pactarán señala que lo harán “con quien pueda gobernar” porque, destacan, solo un partido que gobierne puede satisfacer sus peticiones.

“No venimos a romper España ni nada eso”, anuncian mientras denuncian que se les trate de etiquetar como la marca blanca del PSOE. Una veintena de caras pusieron rostro a un anuncio muy demandando durante los últimos años por ciertos sectores de la sociedad soriana, aunque la Plataforma todavía no tiene decidíos quienes serán sus candidatos a unos comicios autonómicos que le pillan “por sorpresa”.

Para lograr un procurador, la Plataforma debería rondar los 6.000 votos (algo menos si la participación se resiente por el Covid y por no coincidir con otras elecciones) que es con lo que tradicionalmente se logra el último de los 5. Eso, siempre que no haga como Teruel Existe en 2019 y gane al PP y al PSOE. Por el momento los viejos partidos han optado por reacciones bien diferentes, duros y marcando distancia los populares, cautos y respetuosos los socialistas que son quienes más tienen que perder.

El candidato de la Soria Ya será la primera gran noticia del año, pero no es la única incógnita que plantean estos comicios en clave soriana. El PSOE no podrá contar con Virginia Barcones, su gran baza electoral, ya que esta vez no dejará la Delegación del Gobierno en Castilla y León. Que la acabe de asumir y que las expectativas electorales no sean las mejores para el PSOE son dos buenas razones. El PP tratará de hacer encaje de bolillos para que la PPSO se integre en sus listas o, al menos para que no se presente. Una lista que bien podría encabezar la actuar consejera de educación Rocío Lucas. Vox pinta como decisivo en las Cortes, pero su candidato y su verdadera implantación en Soria son una incógnita. Pero todo esto, ya, para después de Navidad.