En total la comunidad cuenta con 645 rastreadores. El portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, defiende su labor frente a las críticas.
Durante los últimos días se han multiplicado las círitcas a las labores de rastreo de los nuevos contagios por Covid-19 en Castilla y León. Reproches que han alcanzado su punto máximo al darse a conocer el nuevo protocolo de la Consejería de Sanidad que pide a los positivos que sean ellos los que elaboren una lista de contactos y realicen las llamadas pertinentes para recomendar la realización de test o cuarentenas.
Carlos Fernández Carriedo, portavoz de la Junta, ha respondido ante la información por la que eldiario.es ha dado a conocer el documento que se distribuye a los pacientes de la región que resultan contagiados. En este se les advierte de que "tengo que avisar a todas las personas con las que he estado más de 15 minutos a menos de 1,5 metros de distancia y sin medidas de seguridad desde dos días antes de comenzar los síntomas o desde que di positivo si no he tenido síntomas".
El portavoz ha reseñado que el todo Castilla y León trabajan actualmente 645 personas realizando labores de rastreo. De ellos, 348 son rastreadores propios de la Junta y 297 dependen de las Fuerzas Armadas. Fernández Carriedo ha defendido su labor, aunque casi se ha visto obligado a reconocer que "cualquier colaboración ciudadana es bienvenida".
Carriedo también ha señalado que se reforzará la compaña de rastreo para "disponer de las unidades móviles de rastreo" que se ubicarán en aquellos lugares con mayor incidencia.