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Ruta: Epicentro de la tradición y naturaleza cabrejana

Ruta: Epicentro de la tradición y naturaleza cabrejana

Actualizado 02/01/2022 16:13

En esta propuesta viajaremos hasta Cabrejas del Pinar para descubrir alguno de sus rincones más majestuosos. Durante este camino disfrutaremos de las vistas de los miradores de Maldifrades y del Pico del Zarzo, conoceremos dos chorrones impresionantes y observaremos los restos de un castro celta.

La Senda de las Cabras, ubicada en Cabrejas del Pinar, es la ruta que vamos a realizar en esta ocasión. En ella, podremos disfrutar de una mezcla única de naturaleza, tradición, historia y arquitectura a lo largo de la provincia de Soria. Antes de empezar y para poder disfrutarla, será necesario que llevemos en nuestro equipaje unas botas de montaña para caminar adecuadamente por un terreno a veces rocoso, palos de andar para una estabilidad extra, sobre todo en la subida al Mirador de Maldifrades, y ropa de abrigo para hacer frente al frío.

Una vez tengamos preparado todo esto, solo falta coger el coche desde Soria con dirección Burgos, por la Nacional 234, y en una media hora estaremos en Cabrejas del Pinar. Allí comenzaremos nuestra ruta en la Calle la Fuente, más concretamente, en la fuente de seis caños de bronce que se encuentra en medio de una especie de plaza. Allí deberemos ir hacia la derecha para encontrar el inicio de una ruta de unos seis kilómetros de distancia. En estos primeros pasos veremos como, poco a poco, salimos del pueblo y nos vamos adentrando en una naturaleza manchada de pinos, y en la que todavía podemos ver algún almacén con el sonido de ladridos de perros al fondo.

Si no abandonamos este camino, pronto veremos el cartel que indica el Chorrón de Maldifrades, para lo que será necesario girar a la izquierda y andar durante unos 150 metros. Allí podremos contemplar el nacimiento del Río Cabrejas, entre una serie de rocas y de árboles que presencian como el agua baja con calma, por las escasas precipitaciones de los últimos días.

Vistas únicas

Después de esta primera parada, tenemos que volver a nuestro camino. En esta ocasión, comenzamos una pendiente en dirección suroeste para subir al Mirador de Maldifrades. Durante este tramo, los pinos dejan paso a las sabinas, proporcionándonos la sensación de que andamos por un camino esponjoso de musgo que se asemeja al tacto de una alfombra.

Tradición cabrejana

En esta parte de la ruta son muy importantes los bastones de andar, ya que nos adentramos en una senda ascendente que finaliza en una especie de “rocódromo básico”, para alcanzar el Mirador de Maldifrades. En este lugar se celebra la fiesta popular de ‘La Abuela’ el 28 de octubre. En esta tradición, los jóvenes cabrejanos pingan durante los días previos un enebro y colocan a su alrededor una gran cantidad de ramas. Cuando llega la fecha señalada se prende todo y se celebra el día con bebida y chorizo asado mientras se canta a ‘La Abuela’. En estos instantes, recomiendo respirar profundamente el aire puro del monte y disfrutar de unas vistas irrepetibles.

Para alcanzar nuestro próximo destino, la zona de las antenas, debemos seguir un camino de tierra hasta que aparece un desvío a la derecha. Al llegar a este nuevo punto, vemos de nuevo Cabrejas y su castillo, aunque esta vez desde mucho más cerca, pudiendo observar perfectamente cada pequeño rincón del pueblo.

Después de estar en este lugar tenemos que dar media vuelta para regresar al camino principal e ir en dirección oeste. Al poco de emprender de nuevo el viaje, aparecen los restos de un antiguo castro celta. Actualmente, se puede ver el derrumbe de piedras de lo que fue la muralla de protección del castro, coronando el cerro. Una vez hemos contemplado este pedazo de la historia de Cabrejas, seguimos rectos hasta que vemos a 50 metros a la izquierda el Chozo del Cabrero, una cabaña emblemática construida en torno a una sabina, conocido por todos los vecinos de la localidad.

Esencia Natural

Antes de finalizar el viaje todavía nos faltan dos paradas indispensables en esta visita. La primera es el Mirador del Zarzo. Para acceder a él, tenemos que subir las escaleras de una plataforma que parecen dar entrada a un inmenso cielo azul. Desde lo alto, se puede observar el Río Cabrejas o varias plantaciones truferas.

De regreso a la tierra, tenemos que bajar unos 650 metros para llegar al Chorrón de Fuentetoba por un pequeño sendero, en el que los bastones vuelven a ser fundamentales. A través de unas escaleras descendemos poco a poco, mientras divisamos el agua que cae por una especie de rápidos verdes, en una imagen de la naturaleza soriana, créanme, espectacular. Por último, en esta ruta que nos ha permitido viajar al pasado, al mismo tiempo que hemos comprobado la inmensidad presente de la provincia, tan solo nos queda recorrer 450 metros para llegar a Cabrejas del Pinar. Todo este camino nos ha permitido conocer durante tres horas un lugar como la Senda de Las Cabras que aúna, en su trayecto, naturaleza, historia y tradición.

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