La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) denuncia que la incorporación de las unidades móviles de antígenos, que ha puesto en marcha la Consejería de Sanidad, “está generando una tremenda confusión entre los ciudadanos y en la gestión de Atención Primaria, que la Junta debe aclarar y explicar, de manera inmediata”.
Desde que la Junta anunciara la intención de realizar test de antígenos con unidades móviles, han sido muchas las voces que han visto en esta maniobra una acción electoralista. Las declaraciones del nuevo consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, siempre han indicado que el objetivo es reducir la presión asistencial en la Atención Primaria y así mejorar la asistencia sanitaria a la población, no solo frente a la Covid, sino también frente a otras patologías.
“Como sindicato independiente que somos, no vamos a entrar a valorar las intenciones políticas”, indica María José San Román, portavoz del sector de Sanidad de CSIF en Castilla y León, pero lamenta “la precipitación, descoordinación y falta de criterios” con la que se ha llevado a cabo la puesta en marcha de esas unidades móviles, añadiendo que “el objetivo de agilizar la asistencia en Atención Primaria está muy lejos de cumplirse”.
Para empezar, ya desde que se anunció la puesta en marcha de las unidades, y hasta hoy mismo, todavía no ha quedado claro quién puede ir o no a realizarse estas pruebas de antígenos. CSIF pide que se aclare urgentemente quiénes son los destinatarios de las pruebas, puesto que mientras el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, habla de “ofrecer la realización de test a todos los ciudadanos que deseen hacérselo tengan o no síntomas”, otros responsables políticos con competencia en la lucha contra la Covid, como el delegado territorial de la Junta en Valladolid, Augusto Cobos, puntualizó, en su cuenta de Twitter, que los puntos móviles se dirigen exclusivamente a personas sintomáticas.
“Con esta falta de claridad, la realidad es que las unidades móviles se han convertido en una forma de ser testado frente al Covid sin pasar por la farmacia, justo antes de una reunión familiar, como la del día de Reyes. Y para las empresas contratadas por la Junta también es un beneficio, ya que no van a seleccionar ni discriminar usuarios, puesto que facturarán en función del número de test que realicen.
Los test son realizados por técnicos de emergencias y auxiliares de enfermería, contratados por las empresas privadas encargadas de esas unidades móviles (Ambuibérica, CSM y Biorama). CSIF aclara que, con el escaso personal que hay, “que es el grave problema de fondo, del que es responsable la Junta, el personal de enfermería de Sacyl no puede abarcar también este trabajo, porque -además- también está sufriendo bajas en la plantilla por la pandemia”.
“Ni la enfermería de Atención Primaria, ni la de Atención Especializada, ni la de Emergencias pueden añadir esta tarea a su trabajo diario, porque están completamente desbordados. Ni siquiera la que en este momento está en los distintos vacunódromos de la Comunidad. Solo la Junta conoce qué condiciones específicas del personal de las unidades móviles ha pactado con las empresas”, indica CSIF.
Además, las unidades móviles no solo no están aliviando la presión asistencial en los centros de salud, sino que incluso la han empeorado, considera CSIF, según le están trasladando los profesionales de Atención Primaria, que muestran su enfado porque los usuarios que se han hecho los test en las nuevas unidades, luego han acudido a las urgencias del centro de salud porque no tenían los resultados, para repetir el test, para que les traten los síntomas, o para gestionar las bajas laborales, entre otras cuestiones, lo que aumenta la sobrecarga de trabajo al personal de los centros de salud”.
“La saturación de la sanidad pública no se resuelve haciendo que una empresa privada realice un test de antígenos. Son muchos los aspectos sanitarios que hay que gestionar y valorar. Además, hay que recordar que, en los centros de salud, los profesionales de enfermería continúan realizando test de antígenos y PCR”, afirma el sindicato independiente.
Son muchas las incidencias que se han producido, en torno a las unidades móviles. En Soria, enfermeras que estaban vacunando tuvieron que ir a realizar test. En Burgos, los antígenos se han estado haciendo en el Coliseum, lugar que dejó de utilizarse para vacunación, gracias a una denuncia de CSIF, porque la temperatura en el interior era de 8º C. En Valladolid, en Laguna de Duero, la unidad móvil tenía una misma puerta para entrar y salir, y los mayores y personas con movilidad reducida eran atendidos en la calle. Finalmente, gracias al Ayuntamiento, los test se pueden realizar en el polideportivo.