En el primer partido del año, los celestes se han impuesto en tres set a Arenal Emevé.
El Río Duero Soria ha disputado este sábado su primer partido de 2022. Los celestes, tras superar un brote importante de Covid-19, se han enfrentado en Lugo a Arenal Emevé.
El rival llegaba al choque con la moral por las nubes después de vencer en el último partido del año a Palma en su pista, pero los de Alberto Toribio han podido aprovechar la irregularidad de los locales en su cancha, algo que lleva padeciendo el Emevé toda la temporada.
Los sorianos, que encaraban este encuentro sextos en la tabla, han debido sobreponerse al frío inicial. Es cierto que han ido siempre por delante en el marcador, pero han sufrido como el equipo local numerosas imprecisiones con saques largos y faltas de red que no son habituales.
En el segundo set se ha igualadao bastante más el el juego, tanto que Toribio se ha visto obligado a pedir un tiempo muerto cuando el marcador reflejaba 17-21. No obstante, la escuadra soriana ha demostrado una contundencia más que decisiva.
Ha tenido que llegar el tercer set para que los locales se pusieran por delante por primera vez en el partido. Ha sido cuando el marcador señalaba 4-3 y esto les ha servido para recuperar la confianza.
El regreso a la cancha de Igor Silva y Gimeno, y la intervención del capitán Manu Salvador han sido determinante para que el Río Duero volviese a estar por delante. En esta ocasión ha sido Arenal Emevé quien ha pedido un tiempo muerto con 16-19 en el luminoso. No han encontrado los locales el revulsivo y los sorianos han demostrado la fortaleza de su estabilidad.
El encuentro se ha cerrado con tres parciales con los siguientes tanteos: 19-25, 18-25, 19-25