Embutidos La Hoguera: calidad y compromiso con el desarrollo del medio rural

Embutidos La Hoguera no solo es calidad, sabor, tradición, salud y elaboración natural. Hay más. Estos productos cárnicos de las Tierras Altas de Soria son compromiso social con el medio rural. Son esfuerzo y trabajo de una empresa familiar emprendedora, y de la gente de una comarca que resiste, con una densidad de población de menos de dos habitantes por kilómetro cuadrado, en el epicentro de la llamada España Vaciada, pero llena de ilusiones y de esperanzas de futuro.

Pero Embutidos La Hoguera todavía es más. Es innovación, investigación, tecnología, economía circular integral. Y si todavía no es suficiente..., también es Torrezno de Soria.

El jamón, el chorizo el lomo, la panceta y el resto de productos de La Hoguera se elaboran a más de mil metros de altura, en el norte serrano de la provincia de Soria, en San Pedro Manrique, en un entorno rural de singulares valores naturales y culturales, en el corazón de trashumancia de la histórica Mesta.

Desde el principio, Embutidos La Hoguera apostó por la elaboración de unos embutidos sin aditivos, 100% naturales, explica su director general, Teo Martínez, “en lo que fuimos pioneros en España, con nuestro chorizo sarta más conocido”.

“Hemos querido ser fieles a la gran tradición cultural, y a la manera de hacer embutidos de la zona. Es nuestra razón de ser, comprometidos con el entorno rural en el que estamos, siendo coherentes con nuestros productos y con lo que somos”, subraya.

GRANJAS PROPIAS

En Embutidos La Hoguera el proceso integral empieza bien desde el principio, ya que cría sus propios cerdos en granjas próximas al punto de elaboración, con los niveles más exigentes de bienestar animal y alimentación. La dieta de los animales, que está basada en cereales que se cultivan en la misma provincia de Soria, es rica en vitaminas y proteínas, y no contiene grasas saturadas.

Embutidos La Hoguera cría cerdos con genética Duroc, en lo que la empresa cárnica soriana también fue pionera en España, aunque ahora esta raza ya es más conocida. Está entre el serrano y el ibérico, y se caracteriza por aportar una alta calidad de carne. Es decir, da una calidad superior a los productos serranos, pero siendo más competitivos que los ibéricos.

Esto posibilita dar una buena calidad-precio al consumidor medio. Contar con una materia prima superior, es la base para conseguir un buen embutido.

SOSTENIBILIDAD

A partir del año 2018, en el que recibió el Premio empresarial FOES a la Innovación, Embutidos La Hoguera empezó a elaborar una línea de productos ecológicos, a fin de cubrir una demanda cada vez mayor en el mercado, y reforzando el compromiso de esta empresa con la sostenibilidad, la salud y el bienestar animal.

Esta moderna industria se encuentra dentro del casco urbano de San Pedro Manrique, una localidad de menos de 700 habitantes, y está realizando una ampliación con una nueva sala de loncheados, para realizar nuevos formatos que se adaptan más a las nuevas tendencias de los consumidores.

“No dejamos de lado los avances tecnológicos, aunque sí conservamos el sabor y el aroma de nuestra tradición chacinera. Tenemos productos con mucha historia, y eso no va a cambiar. De lo que se trata es de mejorar los procesos industriales, para crecer, sin olvidar la tradición”, indica Teo Martínez.

Embutidos La Hoguera ofrece medio centenr de paroductos y presentaciones, con una amplia variedad de tipos de jamones (gran reserva, añejo, gran selección, paleta) y chorizos (sarta, cular, barbacoa, ecológico). No faltan los adobados (costilla, panceta), el salchichón, conservas (chorizo en aceite, magras de la olla) y el famoso Torrezno de Soria.

El mercado de La Hoguera es principalmente nacional, bien introducido en supermercados y hostelería; aunque también llega a Europa, México, Australia o Islas Filipinas, entre otros países.

CONOCER EL PROYECTO

Seguro que la información de este reportaje, ya habrá sido suficiente para animar al lector a consumir y disfrutar de los productos de La Hoguera. Pero “es importante que el consumidor final conozca nuestro proyecto, quiénes somos, dónde estamos, nuestra implicación social, la manera de trabajar, además de nuestros productos”, insiste el director general de La Hoguera.

“Si el consumidor nos conoce, es más fácil que empatice con lo que somos, y quizás compre nuestros productos más conscientemente, y no solo por su calidad, sino porque también está apoyando una comarca como Tierras Altas, donde nos quedamos sin internet y no podemos mantener una videoconferencia porque la conexión es deficiente”.

El consumidor tiene que saber que una empresa que esté en el medio rural puede ser competitiva y referente. “Tenemos muchas dificultades e inconvenientes para competir en igualdad de condiciones, con empresas ubicadas en las ciudades o en zonas urbanas con más población y mejores servicios. Pero tenemos ganas, ilusión, y creemos en el futuro. Además de ofrecer un producto de extraordinaria calidad, claro”, añade Teo Martínez.

Remarca que “también tiene que haber empresas en el medio rural. La Hoguera no puede entenderse sin el pueblo de San Pedro Manrique”.

TORREZNO DE SORIA

Embutidos La Hoguera hizo la primera etiqueta del Torrezno de Soria, la del millón y, recientemente, la de los 10 millones. Una ‘casualidad’ que tiene que ver con ser la primera empresa homologada de la Marca de Garantía. “El gran éxito del Torrezno de Soria en España ha sido una sorpresa”, aunque los productores sorianos supiéramos que nuestro torrezno era singular”, apunta Teo Martínez.

“La clave del éxito ha estado en que todas las empresas asociadas hemos trabajado unidas, identificando el producto con la marca Soria, que atrae, cae bien y evoca autenticidad. Con el camino aprendido, el responsable de La Hoguera y presidente de la asociación de productores de chorizo de Soria plantea otro reto: conseguir la marca de garantía del chorizo soriano.

CUARENTA AÑOS DE TRABAJO

Embutidos La Hoguera, S.A. nace en 1984, con la idea de cerrar el ciclo integral de la producción porcina con la transformación industrial, y así aprovechar su valor añadido para crear más empleo en San Pedro Manrique y la comarca. Un curso de elaboración y embutido de chorizo, para las mujeres del pueblo, sirvió de arranque a la actividad de la nueva empresa.

Antes, el fundador de la empresa, Carlos Martínez Izquierdo, había constituido en el año 1972 -junto con tres amigos y socios (José, Agustín y Marcos)- un grupo sindical para poner en marcha una granja porcina. El objetivo era encontrar un autoempleo para quedarse en San Pedro, en un momento en el que la despoblación vaciaba los pueblos, y la reconversión del campo dejaba a los jóvenes sin trabajo, abocándolos a tener que ir a las ciudades.

La empresa familiar ha ido a más, manteniendo el mismo compromiso social con la comarca de Tierras Altas, y ahora cuenta con 110 trabajadores directos, siendo un modelo referente en la industria cárnica española.