La prioridad del proyecto es establecer un escenario metapoblacional que favorezca el intercambio genético a través de corredores ecológicos para reducir el riesgo de extinción a largo plazo de la principal población de quebrantahuesos de la Unión Europea, recuperando su antigua área de distribución en la Península Ibérica.
El director general de Patrimonio Natural y Política Forestal, José Ángel Arranz, ha intervenido hoy en el Parador de Gredos en la presentación del ‘Proyecto corredores ibéricos pro quebrantahuesos’, organizado en colaboración con la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos. Este proyecto, en el que participan con Castilla y León las comunidades autónomas de Asturias, Aragón y Cantabria, además de la región norte de Portugal, pretende reducir el riesgo de extinción a largo plazo de esta especie, recuperando su antigua área de distribución en la Península Ibérica. La Junta contribuye a este proyecto de cinco años con una inversión global de 70.000 euros.
Con un presupuesto total estimado de 2,6 millones de euros entre enero de 2022 y enero de 2027, el ‘Proyecto corredores ibéricos pro quebrantahuesos’, coordinado por la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, está cofinanciado por los Gobiernos de Castilla y León, Aragón, Asturias, Cantabria, el Gobierno de España y Endesa, y para el que se ha solicitado a la Unión Europea una subvención de 1,5 millones a través del instrumento financiero Life.
La prioridad del proyecto es establecer un escenario metapoblacional (en referencia a grupos de poblaciones de esta especie separadas en el espacio que interactúan a cierto nivel) que favorezca el intercambio genético a través de corredores ecológicos para reducir el riesgo de extinción a largo plazo de la principal población de quebrantahuesos de la Unión Europea, recuperando su antigua área de distribución en la Península Ibérica, que en el caso de Castilla y León se encuentra en Gredos (Sistema Central), Picos de Europa (Cordillera Cantábrica) y Moncayo (Sistema Ibérico), además de ampliar el área de distribución hacia el Maestrazgo aragonés y la región norte de Portugal.
La Junta de Castilla y León, a través de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente (Dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal) participa en este proyecto con una aportación económica en los cinco años de 70.000 euros; asimismo pone a disposición de esta iniciativa personal técnico, agentes medioambientales y celadores de medio ambiente de la Comunidad, además de colaborar para las actuaciones de difusión a través de las Casas del Parque y Centros Temáticos gestionados por la Junta a través de la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León.
Como previsiones, el objetivo final del proyecto es conseguir unos grupos de población de quebrantahuesos en diferentes espacios de la Península Ibérica (cerca de 200 parejas territoriales): 1-2 parejas territoriales y una población de 15 ejemplares en Gredos; 3-4 parejas territoriales y una población de 35 ejemplares en Picos de Europa, y 1 pareja reproductora y unos 6-7 ejemplares en la zona del Moncayo.