La localidad soriana vuelve a celebrar uno de sus días litúrgicos más señalados en una jornada marcada por la nostalgia, la afluencia y la ilusión. Miles de vecinos y visitantes pudieron apreciar la Procesión del Santo Entierro de Cristo en un día en el que el tiempo acompañó.
La plaza de la Catedral lucía para la ocasión. Los pasos procesionales comenzaban a llenar un espacio en el que se vislumbraba una gran afluencia de personas. Vecinos, visitantes y turistas volvían a llenar los soportales de unas calles que hace tres años esperaban para recibir y contemplar la procesión con más pasos de la Semana Santa burgense. Como una especie de dejavú, desde el comienzo de la Pascua se palpaba la nostalgia por retomar unos actos litúrgicos que continuaron con un día marcado en el calendario en el que el tiempo respetó, la música acompañó y los cofrades volvieron a vestir sus capas y a trasportar sus pasos.
Pasaban las 21:00 horas cuando los pasos procesionales comenzaban a salir de la catedral y en las calles reinaba el silencio. Los Soldados Romanos y la Agrupación Musical serían los que presidirían la amalgama de éstos, que se situarían detrás en un orden respetado. Cruz Procesional, Estandarte de la Cofradía, Entrada de Jesús en Jerusalén, Santa Cena, Oración en el Huerto, Beso de Judas, Flagelación del Señor, Jesús atado a la Columna, Coronación de Espinas, Ecce-Hommo, Jesús de Medinaceli, Jesús con la Cruz a Cuestas, Nazarenos con la Cruz, Caída de Jesus, La Verónica, Cristo de la Luz, La Crucifixión, Virgen Dolorosa, Descendimiento de Cristo, La Quinta Angustia, La Piedad, Santo Sepulcro, Virgen de la Soledad, autoridades y Banda de música.
Con las cámaras en la mano, acompañados de familiares o de amigos, solos o tras venir de una ruta. Los asistentes contemplaban una cita que recorrió la Plaza de San Pedro, de la Catedral, calle del Seminario, Rodrigo Yusto, Marqués de Vadillo, Universidad y Mayor para regresar a la Plaza de la Catedral, donde terminarían reunidos todos los pasos para culminar con una pasional y emocionante Salve y la Solemne Vigilia Pascual presidida por monseñor Abilio Martínez Varea, Obispo de Osma-Soria.