Javier Martínez, el viajero que escribe la historia de Soria desde un Seat 600

Era la Soria de los años 90. Las tardes de domingo entre la primavera y el otoño. Las aventuras desde un Seat 600 de color amarillo. Treinta años después, Javier Martínez Romera, uno de sus protagonistas, las refleja en forma de “un libro que se podría definir como un cúmulo de varias cosas”. Experiencias compartidas con su abuelo Celedonio y su tío abuelo Jesús, con quienes recorría toda la provincia en un coche amarillo desde un asiento de sky con un motor poco apreciado, pero capaz de soportar cualquier gran impacto.

Un libro de viajes en el que se narra, desde la propia experiencia, las excursiones que un niño de unos 14 años hacía con sus parentescos. Algo normal, tal vez. Aunque todo se hacía lejos “de la Soria más visitada por zonas como el Pantano o la Laguna Negra” para adentrarse en “la más rural y menos conocida”. Como resultado de aquello, nacieron las ganas de un Javier más experimentado que quiso reflejar sus aventuras en un libro cuyo proceso de producción comenzó “en el verano del año 2020, con la movilidad reducida de la pandemia y buscando una situación más agradable a la que se podía vivir en ese momento”. Así, ha creado “una obra de 10 capítulos en los que recorre prácticamente toda la provincia”, tal y como asegura su autor.

En cuanto a la estructura del libro, Javier Martínez explica que se ha basado en los borradores que conserva de aquella época, pero, sobre todo, “en la memoria visual”. A través de sus narraciones, el libro “no trata de ser riguroso históricamente, aunque sí que tiene muchos datos, sino que intenta ser una lectura fácil, asequible, que llegue a todos los públicos, pero, sobre todo, que la gente se sienta identificada”, expone.

Para el historiador, podría calificarse como una pequeña enciclopedia sobre Soria porque recoge varios datos y vivencias acompañadas de ilustraciones que provocan que la gente llegue a sentir cierta “conexión con sus experiencias de juventud y con esa época”. Algo que recibe “con mucha ilusión”, ya que, además, como historiador, sus anteriores publicaciones “son más serias y académicas y esta es algo más personal”.

Recorrer Soria en un Seat 600

En cuanto a la experiencia de un niño en esa época, Javier explica que recorrer Soria en un seiscientos “es una cosa pausada porque es un coche que llega al fin del mundo, va más despacio, pero te permite disfrutar del camino”. Para ello, quedaba con su abuelo y su tío abuelo en Garray, de donde ellos eran. Allí planificaban la salida mientras tomaban un café después de comer. Él mantenía la curiosidad, ellos decidían el lugar. Ponían rumbo “sin un programa ajustado”, iban parando hasta donde llegaban y, si no terminaban, para el domingo siguiente. Podían ver dos, tres o cuatro pueblos un domingo, pero en todos tenían “la costumbre de parar y escuchar a los vecinos, charlar con ellos, atender sus anécdotas”.

Varios recorridos, muchos lugares visitados, pero puestos a elegir, el soriano se quedaría con Rello por su castillo, por las murallas, también con el paisaje de Tierras Altas. “Me produjo mucha impresión ese pueblo amurallado con una belleza sorprendente, también los pueblos abandonados con casas con enseres en las que ya no había nadie”. Ahora recuerda a sus familiares con cariño y afirma que este proyecto es “una expresión de gratitud hacia ellos por haber invertido su tiempo” en enseñarle.

El libro se presenta este jueves 21 de abril a las 20:00 horas en el Círculo Amistad Numancia de Soria a cargo de Andrés Martin. Gráficamente, cuenta con los dibujos realizados por David Martín Espinosa y está en distribución en diferentes librerías en una edición con un precio de 15 euros para todos los públicos. Tras varias semanas a la venta, el autor recalca que su objetivo es que “se conozca la historia y que se disfrute, más allá del precio simbólico para cubrir los principales gastos” y que se queda con la interacción que provoca en la gente. “Veo que el libro sirve de activador de recuerdos y que una experiencia personal ha terminado siendo compartida con mucha gente”, admite.