Tribuna de invitados de Mª Ángeles Fernández Vicente, Directora General de FOES sobre la fiscalidad diferenciada para Soria.
La provincia de Soria lleva décadas acusando una extrema debilidad, primero social y después económica, que dificulta el aprovechamiento de economías de escala, minimiza la competitividad del tejido empresarial, y obliga a los ciudadanos a buscar oportunidades fuera, creando un círculo vicioso del que resulta difícil salir. En castellano diríamos que al perro flaco, todo son pulgas. Conscientes de esta problemática, por parte de FOES, hace una década nos embarcamos en buscar una solución en Europa. Sabedores de que la unión hace la fuerza, iniciamos una compleja cruzada con nuestros compañeros empresarios de las otras dos provincias más despobladas de España: Teruel y Cuenca. Juntos creamos la Red SSPA y nos constituimos como lobby europeo. Por aquel entonces, planteábamos la posibilidad de contar con un tratamiento diferenciado para nuestras empresas por las dificultades de ejercer la actividad empresarial en zonas muy despobladas, y numerosas voces a nuestro alrededor nos decían que no pidiéramos peras al olmo, que Europa no le permitiría. Iniciamos el camino sin saber ni cómo, ni dónde, pero conscientes de que, como todo en esta vida, preguntando se llega a Roma. El que busca encuentra y después de cientos de reuniones, a nivel nacional y europeo, después de presentar unas concienzudas alegaciones demostrando el escaso peso en el PIB de las empresas de las tres provincias, en abril de 2021, la Comisión Europea nos dio la razón. Para conseguir hay que pedir, y Europa dijo que nuestras provincias se enfrentan a desventajas permanentes que perjudican gravemente nuestro desarrollo y acrecientan la despoblación; que se hace necesaria una ayuda estatal para corregir las deficiencias del mercado, y que ello en nada afecta a las leyes de la competencia. En definitiva, que, a grandes males, grandes remedios, y que las empresas ubicadas en las tres provincias, pueden recibir ayudas al funcionamiento por un importe anual de hasta el 20% de sus costes laborales.
Miel sobre hojuelas en las tres provincias, la Comisión Europea daba la razón a años de trabajo, pero poco dura la felicidad en la casa del pobre, pues pasamos del “rotundamente sí” de la Ministra Montero, a escuchar voces en nuestra provincia poniendo en duda la eficacia de la medida. ¡Cuerpo a tierra que vienen los nuestros!, que si de este extraordinario logro podrían beneficiarse grandes empresas que nada tenían que ver con Soria, que si era muy difícil ponerlo en marcha, que si los funcionarios de hacienda estaban a otros menesteres, … sabiendo todos como sabemos, que quien se excusa se acusa.
En diciembre de 2021 volvió la alegría a Soria, y las ayudas de funcionamiento fueron incluidas en los PGE, pero la alegría es flor de un día, y el Gobierno decidió dejar para mañana lo que podía hacer hoy. Constituyó una mesa de diálogo social, que en 5 meses sólo se ha reunido en 2 ocasiones, y en ninguna de ellas se ha nombrado el término ayudas de funcionamiento, pues la mesa tratará todo un conjunto de medidas en materia de reto demográfico. Y llegó la invasión de Ucrania, el desabastecimiento de materias primas, los incrementos eléctricos, la inflación, los precios del carburante… Y la provincia de Soria esperando, y el que espera desespera, y los empresarios viviendo que del dicho al hecho hay mucho trecho. Un año entero mareando la perdiz, 365 días sin ir al grano… No olvidemos que la esperanza es lo último que se pierde: la Vicepresidenta Ribera ha dicho que el Gobierno tiene voluntad de ponerlas en marcha. Así que más vale tarde que nunca, y mañana, seguiremos perdiendo población, pero seguro, será otro día…