Botas, goles y manifestaciones

Ando pasando la resaca, metafórica claro, de uno de los domingos más intensos de la actualidad soriana que se recuerdan en los últimos tiempos. Iba a decir que Soria va recuperando el pulso, pero creo que, tras lo visto durante la pasada Semana Santa y lo vivido este domingo del Catapán, Soria está completamente de vuelta. Y lo están los sorianos y los forasteros, pues si de algo nos podemos congratular todos es de ver una Soria repleta de turistas cada fin de semana. Y no digamos en fechas especiales como la Semana Santa o este puente del Primero de Mayo. La provincia se llena de turistas que visitan nuestro patrimonio, disfrutan de una naturaleza envidiable y gozan con nuestra comida. Sin duda, la marca Soria vive un gran momento de forma como sinónimo de lo auténtico, lo natural, lo único. Una buena noticia para la economía provincial, pues no son pocos los negocios, y no solo de hostelería, que logran ser rentables gracias a los visitantes. Soria debe seguir esa senda y lo mejor es que, pese a los buenos datos, todavía tenemos mucho margen de mejora. Potenciar esa imagen verde y auténtica, prolongar en el tiempo ‘pelotazos’ como el Torrezno o El Pueblo, modernizar nuestros recursos turísticos, lograr retener durante más días a los visitantes, activar Numancia o generar mayores sinergias entre las zonas, son algunas de las áreas en las que seguir trabajando.

Pero yo venía aquí a hablaros de un domingo donde se juntaron el Primero de Mayo, dos grandes alegrías futbolísticas y el regreso del Catapán. Comenzaremos por lo primero, apenas 200 personas lograron reunir los sindicatos cuando nos encontramos con el empleo muy dañado por las diferentes crisis, y una clase media perdiendo cada vez más poder adquisitivo. Constatar la poca capacidad de convocatoria de los sindicatos tradicionales en estas circunstancias, es algo que debería hacer pensar a más de uno. Son necesarios unos sindicatos fuertes, no vendidos al poder político y que sean eje fundamental de la definición de un nuevo orden económico y social, donde quienes -de verdad- ganan grandes beneficios paguen impuestos acordes a sus números, y contribuyan a sostener el estado de bienestar.

Más sencillo es disfrutar, por ejemplo, del momento de gloria que vive la S.D. Almazán. Toda la provincia mira a La Arboleda que, sin haber disfrutado todavía los playoffs, ya sueña con su siguiente premio: vivir noches mágicas de Copa. Trata de reverdecer viejos laureles el C.D. Numancia, que parece haberse reencontrado con una afición que ha rebajado sus expectativas. Ganar en el descuento al Tarazona no debería ser motivo de orgullo, y ascender a Primera (RFEF) será más una obligación cumplida que un éxito.

Y en medio de todo esto, volvieron a correr las botas y vuelven a sonar sanjuaneras en las calles. Son los dos mejores meses del año, y a muchos en Soria les cambia el carácter, que, por cierto, ya lo íbamos necesitando.