El PP de Soria se ‘reajusta’ en las Cortes y ya comienza a trabajar en las municipales

El Comité de dirección provincial del Partido Popular se ha reunido esta tarde para dar cuenta de la sustitución del procurador que logró la formación por Soria el pasado 13 de febrero. Rocío Lucas, que encabezaba la candidatura, deja su puesto como procuradora para centrarse en su tarea como consejera de educación. Su puesto será ocupado por Pedro Antonio Heras, quien era el número 2 de la lista.

“Era imposible llevar esas dos responsabilidades en la misma persona”, señalaba Lucas quien ha hablado del “honor y responsabilidad” que supone defender los intereses de los sorianos. La renombrada consejera de educación podría seguir con su puesto de procuradora, pero tendría vetada algunas funciones, como participar en comisiones para controlar al ejecutivo.

“Ser miembro del Consejo de Gobierno me impide tener la participación en el parlamento que los votantes de Soria merecen”, asegura Lucas mientras Heras agradecía su “generosidad”. Pedro Antonio, que repetirá como parlamentario por tercera legislatura señala su intención de pertenecer a las comisiones de control de aquellas consejerías que tengan mayor vinculación al Plan Soria. Por su parte el presidente provincia, Benito Serrano, destacaba que “para la provincia de Soria el tener una representación tan alta en el Gobierno es importante”.

Las municipales, a 1 año visto

A poco más de un año de las próximas elecciones municipales, el anuncio de la dimisión de Lucas como procuradora ha servido para que el comité de dirección se reuniera con la vista puesta en “otros asuntos del día a día del partido” y para que los periodistas preguntásemos por la actualidad política de los populares.

Si hay una decisión perentoria para el nuevo PP de Serrano esa es la elección del candidato para la capital. “Estamos perfilando nombres, aunque no nos hemos centrado en un sitio en concreto”, aseguraba el también alcalde de Golmayo quien no quiere poner el foco todavía en la capital. “Tenemos un proyecto ilusionante que es ofrecer a todos los vecinos de la provincia el mejor candidato posible”, señala.

Serrano reconoce que el actual peso del PP en sitios como la capital, Almazán o El Burgo de Osma es “mejorable” y apunta que “el voto hay que buscarlo donde está”. De esos sitios solo en la capital cuesta imaginar los nombres que pudieran formar una terna de candidatos. En los otros pueblos con resultados “mejorables” jugará un papel fundamental la reintegración de la PPSO.

El tema parece no quitar el sueño a los populares pues “los contactos existen” y “no hay una fecha límite” aunque haya “buena sintonía”. Considera Serrano que “todavía es pronto” y pide a los suyos centrarse en apurar el año de mandato y de legislatura que quedan en los consistorios y en la Diputación. “No podemos despistarnos ni engañar a los vecinos que nos votaron”, señala.

El objetivo es “ampliar la base de votantes” del PP y hacer “las mejores candidaturas posibles” para llegar a los 183 municipios. Serrano considera que los populares (los de dentro y los de fuera del partido) han “aprendido la lección” tras ver como “el PSOE se ha beneficiado de las peleas internas del Partido Popular”.

Otro rival electoral podría ser la Soria ¡YA! si finalmente decide presentarse a las municipales. Serrano ha definido su voto como el “voto del cabreo” y se muestra convencido de que el PP está capacitado para “descabrear” a los sorianos. “Dentro de 4 años veremos si ese voto de cabreo ha servido para algo”, augura mientras recuerda que quienes pueden conseguir cosas en la Junta son, precisamente, los representantes del PP.

El docente considera que tendría poco sentido que la Soria ¡YA! se presentase a las municipales. “Es un ámbito muy diferente”, explica y recuerda que a los ayuntamientos “no se viene a reclamar, sino a buscar proyectos, ir a todas las administraciones y estar 24 horas peleando por tu pueblo”. Considera pues que los resultados en localidades pequeñas tienen que ver más con el ámbito “muy local”, con el trabajo realizado y con las relaciones “personales y directas” que con las siglas.