Los trabajos comenzarán el 3 de octubre. La nueva plaza mantendrá su esencia y estructura con un guiño al antiguo jardín central en forma de iluminación.
El Burgo de Osma acometerá durante los próximos meses una profunda renovación de su plaza Mayor, en lo que será una actuación "importantísima para el municipio", ya que intervendrá en el epicentro de toda su vida social, según fuentes consistoriales. El objetivo es subsanar los problemas que ahora arrastra de seguridad y accesibilidad y poner este espacio en los cánones estéticos del siglo XXI sin perder su esencia y su historia.
La obra ya ha salido a licitación por 564.947,27 euros y las empresas interesadas disponen de un plazo de 20 días para presentar sus ofertas. Los trabajos tendrán una duración de 7 meses y, según marca el pliego de condiciones, deben arrancar el 3 de octubre, aunque antes se tendrá que realizar el acopio de material y su depósito en instalaciones municipales.
El alcalde de El Burgo de Osma-Ciudad de Osma, Antonio Pardo, remarca que la plaza Mayor es un lugar fundamental para la localidad y sus alrededeores por lo que los trabajos deben desarrollarse con suma atención. No pasa por alto el regidor el gran número de actividades que alberga y los negocios instalados en esta área. Pardo asegura que “acostumbrados a pasar a diario por ella no caemos en la cuenta pero los que vienen de fuera se quedan con la boca abierta”. Añade que “En El Burgo hemos conseguido que el urbanismo no afecte al patrimonio y tenemos una plaza espectacular enmarcada por el Ayuntamiento y San Agustín que da paso a la calle Mayor enlazando con la catedral”.
La plaza Mayor es el centro de reunión para los más mayores del pueblo. con la zona de los bancos bajo la sombra de árboles plataneros, también de los jóvenes en las terrazas de los bares y de los más pequeños en la parte central con sus juegos. En definitiva “el que no viene a la plaza, no viene a El Burgo”, apunta el alcalde, por lo que la obra será de una trascendencia muy importante para el día a día del pueblo y para su futuro.
El objetivo de los trabajos es mantener el mismo perfil que ahora tiene de plaza castellana, abierta y limpia, pero lograr que sea más atractiva, más cosmopolita, más actual. Para ello se mejorará el firme intentando evitar los peligros que ahora se sufren por deslizamientos en días de lluvia o de hielo y se eliminarán los bordillos de los soportales creando una rampa muy suave que no suponga una barrera arquitectónica. Además, se renovará toda la iluminación y se creará una nueva en la zona central de la plaza en un claro guiño al jardín que un día protagonizó el típico baile de La Rueda.
Situación de la plaza
En estos momentos en la plaza Mayor burgense hay numerosas piezas de pavimento deterioradas, con roturas y hundimientos parciales. Se ha procedido a realizar parcheados de material, pero estos no ofrecen una imagen uniforme. Tiene piezas de pavimento deterioradas y las reposiciones se han realizado con piezas diferentes. Las grietas favorecen la entrada de agua y hielo, que acaban fracturando el material, provocando un proceso degenerativo general.
Cuenta con piezas de granito gris en todo el contorno y en los encintados centrales, de este mismo material de color rosado en las líneas ornamentales centrales y arenisca de Monjuic en los paños intermedios. La arenisca resulta excesivamente porosa dando lugar a una elevada presencia de humedad que favorece las fracturas y microrroturas con las heladas. En el caso del granito, en el paseo situado en continuación de los soportales jalonado por dos filas de árboles, presenta un acabado demasiado deslizante.
Todo el contorno de la plaza presenta un escalón de altura variable de 10- 12 cm, a una distancia variable de 1 a 1,5 metros del soportal. Este resalto, que no resulta muy visible al no producirse un cambio de material supone además de una barrera arquitectónica un elemento que genera tropiezos y caídas, siendo aconsejable su eliminación.
Respecto a las redes de infraestructuras, existen canalizaciones muy obsoletas de materiales antiguos como fibrocemento y plomo que no ofrecen las garantías sanitarias ni de funcionamiento necesarias.
Las obras
Las obras contemplan varias actuaciones, entre ellas está el levantado del conjunto de los pavimentos y el picado de la base de hormigón para abrir la caja necesaria para la sustitución de pavimentos y bases. Se anularán las redes de servicios, las instalaciones de saneamiento y abastecimiento y se mantendrán las redes de pluviales que atraviesan la plaza y no interfieren con el nuevo diseño de recogida de aguas.
Con la obra, se realizarán las zanjas de todos los servicios previstos: abastecimiento de agua, red de aguas residuales, red de aguas pluviales, telecomunicaciones, energía eléctrica y alumbrado público. También, prevé la incorporación de una iluminación ornamental a nivel de suelo en el motivo central de la plaza y se dejarán conducciones para el posible uso de elementos que precisen de suministro de energía eléctrica en el centro de la plaza. El solado se renovará con piezas de granito y deberá realizarse un seguimiento arqueológico de los trabajos.
Por la singularidad del emplazamiento, en el que se desarrollan tanto actividades públicas como otras de tipo lucrativo (terrazas de establecimientos de hostelería), resulta conveniente reducir al máximo el plazo de las obras. Para ello, se ha previsto un calendario que haga menos invasiva la actuación: primero se realizarán los acopios de material y después se comenzarán la ejecución de la obra. Desde la adjudicación de la obra hasta el 15 de septiembre, la empresa adjudicataria estará obligada a conseguir todo el material necesario para la ejecución de la obra, que quedará acopiado en las instalaciones municipales reservadas para ello. La fase de ejecución comenzará el 3 de octubre de 2022, y terminará a la fecha prevista para la finalización de las obras.
La plaza
La plaza Mayor se encuentra dentro del entorno de protección del hospital de San Agustín, declarado Bien de Interés Cultural, su origen se remonta al siglo XVIII en que se hace preciso trasladar el ayuntamiento, hasta entonces ubicado junto a la catedral. La nueva casa consistorial fue proyectada por el arquitecto Ángel Vicente Ubón, que también debía elaborar las trazas de la nueva plaza Mayor. Para el traslado y diseño del espacio, se eligió una finca extramuros de la Villa, donde se emplazaba el hospital, de manera que el ayuntamiento se colocara enfrente y se emparejase con él mediante un mismo lenguaje de edificio con dos torres. Esto, unido a la confluencia de calles y caminos principales que lo atravesaban dio lugar a una plaza casi cuadrada, con tres lados con soportales, y a la que confluyen de manera asimétrica cuatro calles. Ubón también redactó el proyecto para la construcción de las tres primeras casas de la nueva plaza, las de la esquina noreste.
El área ha ido sufriendo paulatinas transformaciones que no han modificado su esencia castellana. La más recordada por los habitantes actuales tuvo lugar en los años ochenta, entonces se retiró el jardín central en torno al que se bailaba la típica Rueda en verano. El jardín sigue en el recuerdo de muchos burgenses con sus palmeras y sus flores, por eso se le quiere realizar ahora un guiño con la nueva iluminación ornamental del centro de la plaza.