Mínguez quiere introducir en las ordenanzas la presencia de las peñas en Valonsadero, para que el monte siga siendo “lo que tiene que ser”. Serán los jurados quienes decidan si procesionan los Santos titulares o sus réplicas. Las peñas deben regularizarse y el mapa de las cuadrillas redibujarse.
P: San Juan 2022 ya está aquí. Alivio, ganas, miedo… ¿Qué siente Carlos Martínez?
R: Un poco de todo. No sé si alivio es la palabra, pero sí siento la necesidad de recuperar el pulso de la normalidad. Es verdad que van a ser unas fiestas muy, muy diferentes, porque debemos ser conscientes de que nos faltan muchos. La ciudadanía tiene una voluntad muy clara de celebrar las fiestas de San Juan, pero también es consciente del recuerdo de todas esas personas que hemos perdido en este tiempo, muchas de ellas sanjuaneras de pro. Si las fiestas son ya de por sí pura emoción, este año los sentimientos van a estar a flor de piel, y va a haber muchos momentos de recuerdo muy íntimos.
P: ¿Qué polémica hay con las peñas y Valonsadero?
R: No hay ninguna polémica, lo que ocurre es que necesitamos actualizarnos a los requerimientos normativos que, en cada momento, tenemos. Es un tema que se pone encima de la mesa todos los años, y es verdad que todos los años surge el debate y que avanzamos con pasitos demasiado cortos. Y vamos a seguir insistiendo en ello, pero no hay una polémica como otras que han surgido en torno a los Sanjuanes, y que son muy amargas porque crispan a la ciudad.
P: ¿Qué es exactamente lo que se les pide o qué deben hacer las peñas?
R: Es una cuestión de cumplimentar las normativas. De alguna forma tenemos que regularizar el monte, incluso físicamente, para blindar la presencia de las peñas en Valonsadero. El trabajo que desarrollan es voluntario, y aunque sus miembros pagan una cuota, esta no da cobertura a todos los gastos que tiene una peña. Y eso lo tenemos que blindar y consolidar de la forma más ajustada a la normativa posible, porque como asociaciones culturales tienen una serie de reglas.
P: ¿Cuál debe ser su papel en San Juan?
R: Más allá del colorido, hoy por hoy las peñas son una canalización de participación brutal, y es la cantera para lograr luego jurados y juradas. Ya ha surgido en alguna ocasión, se juntan 20 amigos y quieren hacer una peña. Pues mira, no, las ordenanzas recogen que hay seis peñas reconocidas oficialmente, con una serie de derechos adquiridos durante este tiempo, y con el desarrollo de un espacio en Valonsadero. Las ordenanzas reconocen a las peñas, pero tenemos que ir a que reconozcan también su presencia en Valonsadero. Y, además, tenemos que seguir avanzando, desde el punto de vista medioambiental, con la dotación de infraestructuras como el agua, los saneamientos o la recogida de los residuos.
P: ¿Hay gentes con la vista puesta en esos espacios?
R: Claro. Todo lo que genera un beneficio económico siempre genera un interés por parte de otro. Y es lógico. El Ayuntamiento de Soria, desde hace muchísimo tiempo, no da más licencias de las consolidadas históricamente, para que Valonsadero no se convierta en una feria de la cerveza, sino que siga siendo lo que tienen que ser, el lugar de celebración del comienzo de los Sanjuanes.
P: ¿Como ciudad, estamos en el punto de tener que limitar las despedidas de soltero?
R: Hasta la fecha no ha habido quejas, y creo que a día de hoy no es un gran problema. Y es complicado poner puertas al campo. También debemos entender que, más que nunca este año, los Sanjuanes son un gran motor económico. Un gran motor económico sobre todo para la hostelería, el comercio y el turismo que lo han pasado tan mal durante la pandemia.
P: Más allá de lo sentimental, ¿los sanjuaneros notaremos algún cambio este 2022?
R: En cuanto a la celebración de los festejos, no. Al margen de que podamos ver mascarillas por la calle, de que nos faltan muchos, y de que todos tengamos espacios íntimos de emotividad… Pero yo espero que tengamos la misma tensión en la Saca, las mismas dificultades para despejar el ruedo el Viernes de Toros… Las fiestas no deberían tener nada diferente, más allá de lo que cada no llevamos en nuestro interior.
P: ¿Desfilarán los Santos titulares o sus réplicas?
R: Es una decisión que estamos abordando con los jurados, porque los Santos titulares son propiedad de sus cuadrillas, no del Ayuntamiento. Pero debemos ser consciente que hay algunas tallas tan deterioradas, que es prácticamente imposible compaginar su conservación con el traqueteo no solo del desfile, sino sobre todo de la vuelta al barrio. Estoy pensando, por ejemplo, en Santo Tomé, donde los restauradores ya nos han dicho que nos quedamos sin talla. El planteamiento debería ser conservar las originales a buen custodio y celebrar las fiestas con las réplicas. Si bien las réplicas no son los originales, habrá pocos que lo perciban, y lo percibirán este año, en tres ya no se acordarán.
P: Por ejemplo, procesionar una réplica en lugar de la Virgen de la Blanca el Lunes habrá quien no lo entienda…
R: Precisamente, La Blanca o La Mayor, que son grandes símbolos de las fiestas, son solo un busto. La corona y el manto serán originales, por lo tanto, no va a haber mucha diferencia. En cualquier caso, lo diremos con antelación, pero sí me gustaría que fuera una decisión colectiva de las 12 cuadrillas para defender nuestro patrimonio. Pero como te digo, la decisión será de las cuadrillas.
P: ¿Espera que los problemas para encontrar jurados sean una cosa circunstancial?
P: Es algo cíclico. La última vez que tuvimos dificultades fue con la crisis económica, cuando muchos buscaron esperar a un mejor momento, y esta vez yo creo que ha sido algo excepcional, por las dudas que generaba la recuperación de la normalidad. Yo creo que este Martes a Escuela vamos a volver a ver a muchas parejas apuntándose, y eso se lo deberemos a las 12 parejas que este año han dado un paso al frente. Por ganas y por voluntad de la gente, las fiestas gozan de muy buena salud y necesitamos recuperarlas, también, por un tema de salud psicológica.
P: ¿Por qué no se han aprovechado estos dos años para reajustar los barrios de las cuadrillas?
R: Precisamente porque no queríamos generar ese cabreo o polémica de los vecinos y vecinas, que históricamente han sido de una cuadrilla, y que de la noche a la mañana pertenezcan a otras. Si tu metes esa tensión en un año, que sabíamos que ya de por si iba a tener tensión, podría haber generado muchas más dudas e incertidumbres. Además, teníamos 12 parejas con un compromiso claro de dar continuidad a las fiestas, pero en las condiciones en que ellos se habían apuntado. Eso nos ha llevado a no impulsar ese necesario cambio de las cuadrillas, que habrá que impulsarlo con el mayor consenso posible. De alguna forma, tenemos que hacer que a todas las cuadrillas les toque algo de centro y algo de periferia, porque el crecimiento de la ciudad se da donde se da.
¡Ojalá!, pudiéramos plantearlo el año que viene de forma abierta. También te digo que el Ayuntamiento tiene una serie de medidas correctoras, para que nadie se dispare ni en ingresos y en gastos. En 2019 decidimos que el Ayuntamiento financiaba 1.150 tajadas para cada cuadrilla, con lo cual equilibras un poco las diferencias entre los barrios. Es cierto que han pasado tres años, y vamos a ver cuales son los datos y los números que arrojan estos Sanjuanes…
Con la razón en la mano, tiene difícil justificación que cada vez seamos mayor número de vecinos, casi 40.000, pero que la participación en fiestas, unos 1.150 hogares de media por cuadrilla, no aumente. Algo está fallando y ahí tenemos que poner el foco. Aunque hace cinco siglos ya se hablaba, en los libros de cuadrilla, de que no había excusas para no participar de las tajadas. El reparto a escote de las fiestas es lo que las hace diferentes; si no, también las pagaría el propio pueblo – a través del Ayuntamiento –, pero la organización sería totalmente diferente, y sería similar a lo que sucede en todos los demás municipios de España. Tenemos que consolidar lo que nos hace diferentes, y 23-25 euros no es una cantidad limitante para que la gente pueda participar. Pero está claro que, en esto, tenemos que hacer más pedagogía.