Soria ha celebrado el Día Internacional de la Bicileta con una carrera por la localidad. Centenares de ciclistas de todas las edades han participado en el recorrido.
Media hora antes de comenzar la carrera, centenares de ciclistas de todas las edades comenzaban a darse cita en la Plaza Mayor. Niños aprovechando los últimos ratos de juegos y adultos atentos a refrescos de última hora y algún que otro torrezno revitalizante; todo era bueno para prepararse para esta ruta que les llevaría hasta el paseo de San Prudencio, donde les esperaba la línea de meta -y el avituallamiento-.
El calor comenzaba ya a golpear prometiendo una sofocante mañana que no iba a ser excusa para que los amantes de la bicicleta se quedaran sin celebrar el Día Internacional de su querido deporte. Tampoco quisieron perderse la cita representantes del ayuntamiento como el concejal de deportes o el propio alcalde, que no dudaron en mezclarse entre todos los corredores.
Poco a poco, todos los participantes fueron agrupándose entorno al paso al Collado y comenzó el desfile de pequeños y mayores, todos con su casco puesto. Sin embargo, algunos no dudaron en sustituir el maillot disfraces de todo tipo, e incluso una moderna muerte quiso unirse al pelotón. Al dar la salida comenzó una agradable y calurosa ruta por la ciudad que acabaría desenvocando en el fresco paseo de San Prudencio.
El objetivo, aparte de celebrar, era pasar una rato divertido disfrutando del deporte y la actividad física al aire libre y así lo demostraron los sorteos y los premios finales. Galardones de todo tipo, como al clan familiar, la bicleta más original, el mejor disfraz o incluso a la mayor y la menor edad, pusieron el broche final a una carrera que devuelve la ciudad poco a poco a la normalidad.