Más de 1.000 días después, el monte volverá a sanjuanear como siempre y como nunca. “Los sentimientos están a flor de piel”, analiza el alcalde Carlos Martínez. “Elegí los toros pensando en Soria”, asegura el ganadero.
1.073 días habrán pasado desde el ya lejano Jueves la Saca de 2019, cuando este sábado 4 de junio los novillos de las fiestas de San Juan 2022 lleguen a Valonsadero. El festejo del Desencajonamiento devolverá a sorianos y forasteros frente a los corrales de Cañada Honda.
Allí aparecerán los 12 erales de la ganadería Alicia Chico y con encaste Arranz, que protagonizarán la Saca de este año. “Los compré pensando en Soria, porque sé que a Soria no se puede soltar cualquier cosa”, explica José Luis Viejo, ganadero de Campo Bravo Alcarreño, quien ya fue el encargado de traer los novillos en 2018 y 2019. Todos son negros y están acostumbrados a realizar la trashumancia entre Teruel y Jaén, por lo que se espera que la manada permanezca unida y facilite la tarea, especialmente el Jueves la Saca.
Junto a los toros y los sanjuaneros volverán a Valonsadero los chiringuitos de las seis peñas. El objetivo del Ayuntamiento, en palabras del alcalde, es “blindar” la presencia de este elemento, contemporáneo, pero ya indisoluble de la fiesta sanjuanera, mediante su inclusión en las ordenanzas. Todo ello mientras las peñas se ponen al día en la cumplimentación de normativas y trámites administrativos. “Desde hace muchísimo tiempo, el Ayuntamiento no da más licencias en el monte, que las consolidadas históricamente para que Valonsadero no se convierta en una feria de la cerveza, sino que siga siendo lo que tienen que ser: el lugar de celebración del comienzo de los Sanjuanes”, explica Carlos Martínez Mínguez. El objetivo del Consistorio es dotar al monte, en los próximos años, de infraestructuras como el agua, los saneamientos o la recogida de los residuos.
Las citas de los cada vez más populares ‘preSanjuanes’ son las ya conocidas. El sábado 4 llegarán los toros, primero los del Viernes a la plaza y luego los del Jueves a Valonsadero. El sábado 11 las cuadrillas sortearán sus novillos en el Lavalenguas, primera vez en que los más valientes podrán tentar a los animales. Y, por último, el domingo 19 será la Compra con su baile, la noche previa junto al Árbol de la Música, y la merienda de las cuadrillas. Entonces, los sanjuaneros se despedirán de Valonsadero hasta las 12:00 del jueves 29 de junio. Por fin, Jueves la Saca.
“Este año, los sentimientos están a flor de piel”, señala el alcalde de Soria, que prevé unas fiestas multitudinarias. El clima y el calendario, los estudiantes bien que lo agradecen, parecen también apostar por ello. Además, el componente psicológico, de liberación y de sociabilización que tienen todas las fiestas, jugará un papel importante. “Necesitamos recuperar las fiestas por muchas cosas, pero también por salud mental”, reconoce Mínguez.
Valonsadero volverá a sanjuanear. Lo hará con más ganas que nunca, después del parón más largo y absoluto que recuerdan los libros de historia, en los últimos dos siglos (desde las Guerras Carlistas). Pero lo hará también igual que siempre, sin restricciones y sin mayor atisbo de la pandemia que esos momentos íntimos, en los que cada uno de nosotros recordaremos a los que ya no están (y alguna mascarilla).
Misma estampa que todos aún tenemos en la retina, mismos festejos, mismos horarios, mismo olor a tomillo y a romero, mismo sabor a vino tinto dulzón, misma locura en la plaza, misma serpiente multicolor, mismo Domingo de esplendor y solería, misma afonía de cantar al son de las gaitas, y misma piel de gallina al escuchar el tercer cohete. Son las fiestas de San Juan más esperadas. Disfrútenlas, nos las hemos ganado.