Quince historiadores bilbilitanos han trabajado durante 18 meses para sacar a la luz documentación sobre esta división territorial.
A lo largo de la historia, España ha contado con divisiones territoriales muy diferentes a las existentes hoy en día. En el caso de Soria, 29 de sus pueblos y ocho de sus entidades menores pertenecieron durante un año y ocho meses, desde el 27 de enero de 1822 al 1 de octubre de 1823, a la ya desparecida, provincia de Calatayud.
Esta anécdota, desconocida por gran parte de la población, ha sido recogida en el libro, ‘La provincia de Calatayud durante el Trienio Liberal’. Esta obra, llevada a cabo por el Centro de Estudios Bilbilitano, y con la participación de 15 investigadores de Calatayud, explica cómo se llevó a cabo una reorganización provincial, aprobada por el Congreso de los Diputados, bajo el amparo de varios especialistas.
Aguaviva de la Vega, Almaluez, Azcamellas, Arcos de Jaón, Arbujuelo, Balbacil, Beltejar, Benamira, Blocona, Chaorna, Codes, Corvesín, Esteras de Medinaceli, Fuencaliente de Medinaceli, Santa María de Huerta, Jubera, Judes, Layna, Lomeda, Medinaceli, Montuenga de Soria, Sagides, Somaén, Turmiel, Urex de Medinaceli, Utrilla, Velilla de Medinaceli, Irurecha y Yuba.
Aguilar de Montuenga, Avenales, Lodares, Salinas de Medinaceli, Obétago, Sayona, Valladares y Villaseca.
Según explica el coordinador de este libro, José Ángel Urzay, la decisión se tomó, teniendo en cuenta a los municipios situados entorno al Alto Jalón. En total, 195 pueblos (incluidos también de Zaragoza, Teruel y Guadalajara) formaron parte de una provincia en la que vivieron alrededor de 105.000 personas.
Tras esta ardua labor de documentación, Urzay explica que en Soria “no querían que se llevase a cabo esta división, y con razón, ya que su provincia perdía numerosos pueblos que habían pertenecido siempre a ella”. A pesar de todo, la reorganización se completó, aunque apenas duro, hasta que se restauró el absolutismo con la llegada de los Cien Mil Hijos de San Luis.
Esta obra, elaborada durante el último año y medio, vio la luz el pasado 11 de junio con la misión de homenajear los 200 años de esta provincia. “Nos lanzamos a buscar investigadores porque es una parte de la historia sobre la que apenas existía información. Queríamos demostrar lo que sucedió y explicárselo a la gente”, apunta José Ángel Urzay.
Dentro de ese proceso, varios miembros de este grupo de trabajo se desplazaron hasta los distintos pueblos sorianos para conocer más de cerca su historia. Además, también se realizaron fotos de todos ellos para que aparecieran en el apéndice del libro. Para que esta historia siga viva y los sorianos la conozcan, desde la organización comunican que entregarán libros a los distintos Ayuntamientos de estos lugares.
Por otra parte, los interesados en poder adquirir gratuitamente uno de los 450 ejemplares (también existe la opción del formato PDF) pueden ponerse en contacto con el Centro de Estudios Bilbilitanos a través del correo: [email protected]. Con todo ello, podrán sumergirse en un pasado muy desconocido de Soria, pero que fue real durante un tiempo en el s. XIX.