Crema de colmenilla, un placer al alcance de todos en el restaurante del Hotel Alfonso VIII
El objetivo de la dirección del Hotel es ofrecer el mejor servicio posible, a través de tres posibilidades. Menús, diarios por 19,50 euros y de fin de semana por 28,50; la carta en la que aparece esta crema; y ofertas para celebraciones como bautizos, comuniones o jubilaciones.
Hace seis años, el director del Hotel Alfonso VIII, Gonzalo Irigoyen, se marcó el reto de dar una identidad propia al Restaurante La Galiana: “La gente, cuando sale a comer fuera de casa, suele ir a restaurantes en vez de a hoteles. Nosotros trabajamos para posicionarnos entre los sorianos a través de unos platos de calidad, con productos de proximidad (setas sorianas, ternera serrana o ingredientes de Malvasía), y una elaboración casera”. La innovación es otra de sus señas, con platos únicos como la crema de colmenilla (nuestra protagonista) o canelones de rabo de toro.
De esa manera, y con mucho trabajo detrás, todos los miembros de esta familia han conseguido el objetivo de convertir a La Galiana en un referente de la gastronomía soriana. Prueba de ello son los datos que nos ofrece su director: 25 comuniones en lo que va de año. Además de esta línea de trabajo, dedicada a eventos, el restaurante ofrece menús diarios por 19,50 euros y de fin de semana por 28,50. Por otra parte, también cabe la posibilidad de pedir platos de la carta.
Dentro de esta última opción, uno de los manjares más demandados por los clientes es la crema de colmenilla: un plato de enorme personalidad repleto de productos sorianos. Colmenillas, jamón de pato Malvasía, un huevo cocido a baja temperatura o un sofrito de cebolla, son algunos de los ingredientes que trasladan a los comensales a diversos universos de placer gastronómico. Con un proceso casero muy cuidado, todos los sorianos pueden disfrutar de este manjar en el centro de Soria.
Receta e ingredientes
Para poder llevar a cabo este plato serán necesarias las siguientes cantidades: 200 gramos de colmenilla en crudo, 80 gramos de cebolla, 30 gramos de patata, 6 gramos de mantequilla, un vaso de nata y tres finas lonchas de jamón de pato.
Una vez tenemos todos estos ingredientes en la cocina, es el momento de hacer magia. El primer paso consiste en escaldar la colmenilla para quitarle la toxicidad y el sabor amargo. Posteriormente, se escurre y se une a un refrito de cebolla, a la mantequilla, a nata baja en grasas y a la patata.
En segundo lugar, esta mezcla se reduce, y se pasa por la batidora y por el pasapuré, para que quede una crema un poco gruesa. Por último, se rectifica con sal y pimienta.
Tras todos estos pasos, llegará el momento de presentar el plato. Para ello, se sirve la crema en un cuenco hondo, al que se añade un huevo cocido a baja temperatura y tres finas lonchas de jamón de pato.