Este plazo se cumpliría si AESA otorgase para finales de septiembre la licencia ambiental que esperan en Garray desde hace más de un año.
El Aeródromo de Garray, y más concretamente su pista de aterrizaje, continúan pendientes de la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA), pues las obras de ampliación previstas no pueden comenzar hasta que llegue la licencia ambiental, documento que se espera desde hace más de un año.
José Antonio de Miguel, diputado coordinador del ATI, ha confirmado que ya se ha presentado el documento definitivo con todas las modificaciones que requirió el organismo. Ahora la cuestión es saber si esta licencia ambiental es objeto de una tramitación simplificada (mucho más rápida) u ordinaria.
De Miguel considera que, al pretender una ampliación de la pista de aterrizaje hasta los dos kilómetros, la simplificada sería la tramitación adecuada. Esto supondría que el Aeródromo de Garray tendría licencia ambiental a finales de septiembre.
Después habría que presentar el proyecto de obra para la ejecución de la pista, un "trámite menor" según José Antonio de Miguel, y licitar las obras. "Firmaría por que nos diera tiempo a hacer antes de final de año para comenzar las explanaciones y terminar el proceso de compra de parcelas y así poder comenzar las obras de cara a la primavera que viene", refiere el coordinador del ATI.
José Antonio de Miguel insiste en que "el importante retraso que acumulamos no es responsabilidad de la Diputación", pero lamenta que "las grandes cosas previstas en el desarrollo del Plan Director del Aeroparque Tecnológico Industrial se verán afectadas".
Asegura el coordinador del ATI que "tenemos presupuesto para la ampliación de la pista y la construcción de dos plataformas, una que albergaría la construcción de unos hangares y otra para instalar depósitos de combustible para la aviación comercial". Todo esto está también "paralizado" a la espera de la ya famosa licencia ambiental.