La Cuerda Del Pozo brillará estos días bajo el sol californiano gracias al Motorbeach

Las playas del Embalse de la Cuerda del Pozo estarán iluminadas estos días por el sol californiano gracias a la llegada del Motorbeach. Tras dos años de aplazamientos, este festival ha podido aparcar por fin en Pinares para llenar la comarca de vehículos clásicos y mucha música. "La esencia del festival es la cultura del 'Beach Life' y nuestra pasion por las motos y el Rock and Roll, son los tres pilares fundamentales que hacen que el festival sea sea lo que es", asegura Pau García, director de este evento familiar que conjugará, a partir de ahora, todos estos elementos con el incomparable paraje de la comarca de Pinares.

El Motorbeach es un acontecimiento internacional que recibe principalmente adeptos de Portugal, Francia, Inglaterra y España y en el que la media de edad se sitúa entre los 40 y los 45 años, aunque los menores de 15 tienen entrada gratuita. Aparte de los grandes pilares del festival, según su director, todos los asistentes tienen en común su respeto por la naturaleza y el medio ambiente y por ello muchos acuden con sus propios vehículos clásicos a disfrutar del entorno natural que acoge el evento.

Qué hacer en el Motorbeach

Como todo buen festival, su hilo conductor es la música que amenizará las orillas pinariegas esos cuatro días. The Undertones y The Cynics se presentan como cabezas de cartel en un espectáculo en el que no faltarán artistas internacionalmente conocidos de la talla de Al Dual.

Las instalaciones del festival cuentan con una zona de market, foodtrucks, escenario y zonas de acampada, tanto libre como ‘glamping’, para aquellos que quieran comenzar a disfrutar desde el momento de su llegada. Además, una de las áreas estará reservada para los vehículos clásicos de exposición que trae el propio festival, y los que utilicen los asistentes para desplazarse hasta allí. “La gente suele venir con ellos, les gusta fardar de auto y de moto, al final es un sitio de exhibición", asegura García.

El aforo de este festival es de 3.500 personas diarias en cada una de las cuatro jornadas durante las que se prolonga y esperan poder completar aforo. Porque no todas las entradas han sido vendidas de forma anticipada. Los fans del Rock and Roll, los curiosos o incluso los habituales más despistados todavía tienen la oportunidad de acudir directamente a las taquillas habilitadas en la entrada y adquirir al momento su tique para disfrutar del espectáculo.

Las 7 ediciones anteriores se celebraron en Asturias, pero este año buscaron huir de la lluvia y del turismo de masas y cuando llegaron a orillas del pantano, supieron que habían encontrado el hogar perfecto para el festival y no solo para este verano. “La intención es invertir para el año siguiente, esto es una presentación. Queremos que todo salga bien para que la gente vuelva la próxima edición”, asegura García.

Vinuesa con sabor a motor

Además, está seguro de que esto convertirá Vinuesa en un destino motero que atraerá turismo incluso una vez terminado el festival. “Estamos trabajando con un artesano de la zona para construir una talla de nuestro oso motero, nuestra mascota, un emblema de 2 metros de altura que quedará aquí y con el que la gente podrá venir a sacarse fotos durante todo el año, simplemente porque aquí ha estado el Motorbeach”.

Un amor por los vehículos que se lleva en la sangre y que para muchos de los organizadores es su estilo de vida. “Varios de nosotros nos dedicamos profesionalmente a recorrer el mundo como guías de viajes para motoristas, buscamos sitios agradables y que la gente acepte las motos. Esto no es una concentración ni un evento de masas”, declara el director. Entre el 21 y el 24 de julio, Pinares prestará su paisaje para rendir homenaje a un estilo de vida que podría convertir la zona en un destino que nada tendrá que envidiar a la costa americana.