El técnico burgalés explica cómo fueron las negociaciones para su renovación y analiza una campaña muy ilusionante.
La S.D. Almazán anunció hace una semana un secreto a voces: la continuidad de su entrenador, Diego Rojas. Esta noticia tan esperada por los aficionados del cuadro adnamantino se coció a fuego lento durante los meses de verano. “El club se dio un tiempo, pero después de tantos años juntos teníamos que hablar. Los propios jugadores me llamaban y cómo iba a decir que no. Todos tenemos una espinita clavada que nos queremos sacar”, explica el técnico.
Para que el acuerdo llegara a buen puerto, Rojas tan solo puso la condición de que continuara el bloque del curso pasado. En ese sentido, el preparador señala “que era absurdo seguir si se iban todos. Lo logrado hasta ahora ha venido por el trabajo que hemos ido acumulando en las últimas campañas”.
Tras esa proposición, la S.D. Almazán regresó ayer a los entrenamientos con la continuidad de 19 futbolistas del año pasado y de Diego Rojas. Respecto a ese reencuentro, el míster manifiesta que fue muy reconfortante ya que “te reúnes con gente que aprecias y con la que has vivido muy buenos momentos. Son unos chicos formidables con los que da gusto trabajar”.
Dentro de ese grupo de jugadores presentes en el entrenamiento no estaban Garcés y Gil, las dos únicas bajas de la S.D. Almazán de cara a esta temporada. En cambio, Khalifa si que regresará en los próximos días a la entidad soriana en busca de recuperar su mejor nivel después de la lesión que sufrió.
En sustitución de esas salidas han llegado el defensa, Ciria, y el delantero, Larry: “Respecto al primero hay poco que decir. Tiene un palmarés espectacular y nos va a dar un salto muy importante a nivel defensivo. Por su parte, Larry llega de Segunda RFEF con el reto de jugar muchos minutos, de seguir su progresión y de ayudarnos en todo lo posible”. De esta manera, con dos bajas y dos llegadas, Diego Rojas da por cerrada la plantilla “a no ser que salga algo irrechazable en el mercado”.
Con todos ellos, el entrenador burgalés tratará de realizar una buena pretemporada con sesiones de activación, físicas y tácticas, y, con seis amistosos, para llegar de la mejor manera al inicio liguero el 11 de septiembre frente al Numancia B: “Nuestro objetivo es volver a clasificarnos para el play off. Deberemos hacer muy bien las cosas y no estar confiados por lo del año pasado. Va a estar todo muy parejo. Será fundamental empezar bien la temporada y apoyarnos en el bloque”.
En esa dirección, Rojas destaca que es esencial “no volvernos locos y ayudar a los jugadores en todo lo posible porque son los que cumplen con los objetivos”. Con ese discurso, el técnico se ha definido como “un director de orquesta que tiene que conseguir que ninguno de los integrantes del equipo se salga del esquema”.
Otro de los retos que tiene marcado el club en el calendario de este año es la eliminatoria de la Copa del Rey ante un equipo de Primera o Segunda División. Sobre este encuentro, Rojas apunta que todavía no piensa en ello, aunque reconoce que es un premio enorme: “Imagínate que nos viene un Athletic o un Valencia. Sea quien sea vamos a darle guerra, peleando por ganarle. No me gusta perder ni a las canicas y tenemos que ser ambiciosos, saliendo a ganar. No me vale lo de disfrutar y pasar la tarde, eso lo tenemos que hacer antes y después del encuentro; durante el choque hay que ir a muerte”.
Un aliciente más que tendrá esa eliminatoria del torneo del KO será la gran afluencia de aficionados adnamantinos a La Arboleda. Sobre ellos, Rojas solo tiene palabras de agradecimiento “porque son especiales y te llevan en volandas”. Tras esas bonitas palabras, el técnico blanquillo sueña que a los 400 habituales de cada fin de semana se unan 200 personas después de lo vivido en el play off.
Con todo ello, la S.D. Almazán puso ayer la primera piedra para afrontar una temporada que se presenta muy ilusionante. Repetir la fase de ascenso y disputar la Copa del Rey serán dos de los alicientes de una campaña en la que los chicos de Diego Rojas esperan volver a hacer historia.