El colectivo asegura que el nuevo texto legal se ha aprobado sin contar con el sector cinegético.
El anteproyecto de ley de bienestar animal "surge viciado de raíz al elaborarse desde el único punto de vista del proteccionismo animal y desde el desconocimiento absoluto, o aún peor, en el ánimo de perjudicar al resto de los sectores que tienen relación con los animales, y en especial al de la caza, que de publicarse la norma con esta redacción se vería abocado a la extinción por la relación directa que nuestra actividad tiene, en especial con los perros, pero también con aves de cetrería, hurones, etc", asegura la Federación de Caza de Castilla y León en un comunicado que ha hecho público este jueves.
De ahí que la única respuesta posible de este colectivo a este anteproyecto es la "exigencia de la retirada del mismo", al igual que lo han manifestado otros colectivos representativos, como la Organización Colegial Veterinaria, la Asociación Española de la Industria y el Comercio del Sector del Animal de Compañía, el Comité Olímpico Español o más de 800 científicos vinculados al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, etc.
La Fedración continúa el texto añadiendo que "la inspiración animalista de esta norma provoca tal pretensión de humanizar a los animales que establece derechos en su favor de los que no gozan los seres humanos, provocando además choques e incompatibilidades con normas vigentes que ya regulan este mismo ámbito en sus respectivas competencias".
Desde esta Federación siempre se ha condenado y se condenará el maltrato animal. "Pocos habrá que cuiden y entiendan mejor las necesidades y los instintos de sus perros que los buenos cazadores, y pocos perros disfrutan tanto como los de caza cuando pueden dar rienda suelta a su pasión venatoria, pero un perro es un perro y una persona es una persona, y sus necesidades son muy diferentes", aseguran.
Ya en su exposición de motivos, el texto de la ley cita, para fundamentar la necesidad de la protección animal, el art. 13. del Tratado de funcionamiento de la Unión Europea, pero omite conscientemente la segunda parte de este artículo, que establece la obligación de respetar al mismo tiempo las tradiciones culturales de los estados miembros, entre las que se encuentra la caza.
La ley establece conceptos jurídicos indeterminados como son el sufrimiento del animal o la posibilidad de su muerte, de muy difícil concreción. La utilización de perros en monterías y otro tipo de actividades cinegéticas supone ciertos riesgos tradicionalmente asumidos como normales que podrían ser ahora considerados como maltrato generándose una evidente inseguridad jurídica para sus propietarios.
Entre las múltiples obligaciones de la ley se encuentra la de esterilizar a todos los perros que accedan libremente a espacios abiertos o se relacionen con otros perros salvo si su titular se registra como criador, prohíbe dejar un perro sin supervisión más de 24 horas aun estando en perfectas condiciones, se prohíben las mutilaciones de rabos y orejas que favorecen su salud en el ejercicio de sus funciones, se vinculan los perros de caza a la licencia de caza, que se puede o no renovar cada año. La ley también prohíbe dejar al perro en lugar de acceso público en el que pueda causar daños, algo que ocurre en la mayoría de acciones de caza y considera abandonados los perros que se extravíen en el monte durante más de 48 horas, obligando especialmente a los de rehala a contar con dispositivos de localización para evitar denuncias.
Finalmente, un aspecto llamativo de la ley es que las multas que establece se destinarán a actuaciones que tengan por objeto la protección de los animales. Peligrosa e inaceptable vinculación entre posibles denunciantes y beneficio económico que pueden obtener por esas denuncias. A mayor número de denuncias, mayores ingresos para las protectoras. El establecimiento de cursos obligatorios para la tenencia de perros, que seguramente también se contratarán con protectoras, vuelve a dar pistas sobre los principales beneficiados de esta ley.
En definitiva, de nuevo una norma de corte "muy ideológico y con gran desconocimiento y desprecio de la realidad de los sectores relacionados con animales".
El pasado 20 de marzo, la marea naranja de los cazadores invadió Madrid, y uno de los principales motivos de esta histórica manifestación fue esta norma.Si el proyecto de ley sigue adelante, la Federación de Caza asegura que volverá a convocar a un colectivo "cada vez más concienciado para movilizarse en la defensa de su actividad."