Entre el 5 y el 7 de agosto, los olvegueños recuperan esta fiesta tan querida y esperada en la localidad. Comidas, verbenas, conciertos, dianas, chcolatadas, hinchables... Tres días repletos de actividades para todas las edades.
Vuelve toda una institución en Ólvega, un evento al que, a pesar de su nombre, todo el mundo está invitado. Las Fiestas de la Juventud de la localidad regresan con más fuerza que nunca para celebrar su edición número 38. Podrían haber cumplido 40 años este 2022, aunque el parón obligado por la pandemia no ha hecho más que recargar las pilas de olvegueños y Junta de la Juve, encargada de organizar esta celebración tan especial.
“Son unas fiestas muy queridas por nuestra gente, joven y adulta”, asegura Elia Jiménez, alcaldesa de la localidad. “Tanto la labor de la Junta como la colaboración que hemos aportado desde el Ayuntamiento, en cuanto a infraestructura y logística, todo se está haciendo con mucho empeño”, destaca. “Son fiestas de reencuentro y alegría para olvidarnos un poco de la rutina diaria y disfrutar”, destaca la alcaldesa.
La Junta de la Juve cuenta con 16 miembros que llevan un año preparando estos tres días de actividades, además de otras como las de carnaval o las de San Marcos. Cuando empezaron, ni siquiera tenían claro si las fiestas se iban a poder celebrar así que, ahora, se enfrentan a ellas con mucha ilusión. “Ahora sí que hay nervios”, reconoce Rubén Jiménez, su vicepresidente. La previsión meteorológica parece indicar que el tiempo no va a estar de su lado, aunque esto no será un problema. “Qué se le va a hacer, hemos estado dos años encerrados, si llueve nos refrescamos”, afirma Jiménez, sin dudar.
Aunque se llamen Fiestas de la Juventud, cuentan con actividades para pequeños y mayores. Hinchables, conciertos por toda la ciudad, chocolatadas, comidas, charangas, magia…. Tampoco se olvidan de los más mayores del pueblo. “El domingo por la tarde vamos a la residencia de ancianos con una charanga, para estar con ellos y que también vivan las fiestas", asegura Rubén. Aunque no abandonan tradiciones como esta, también han querido presentar sus propias novedades. “Este año tenemos un vermú, que nunca lo habíamos hecho, en bares más alejados. Iremos acompañados de rancheras para darles un poco de beneficio, ya que lo han pasado mal también durante la pandemia”, recuerda el vicepresidente de la Juve.
La mayor complicación de organizar esta celebración reside en lo “especiales” que son aunque eso no evita que los miembros de la Junta repitan y que se renueven sin problema cada 3 años. Aseguran que este año han estado un poco “sobrepasados” por las ganas de fiesta de todos los olvegueños. “La comida que solemos hacer antes del pregón y del recorrido, el último año fueron 150 personas y este año 270”. Esto hace que esperen, también, mucha gente de Soria y de los pueblos colindantes. Desde la Junta se sienten agradecidos a todos sus miembros, al Ayuntamiento, a los patrocinadores y a todo el pueblo, que se vuelca con las fiestas y se convierte en colaborador de una forma u otra y piden a todos que disfruten de forma responsable.
Lo único que podría estar contra las cuerdas es el colofón final de fiestas, que estará sujeto a las condiciones meteorológicas. “Es un número de fuegos artificiales y con los problemas de los incendios creemos que igual no podemos hacerlo pero ya estamos buscando un evento alternativo”, reconoce Rubén y promete “una sorpresa”. Un final de fiestas que, con fuegos o no, pondrá el broche de oro a uno de los fines de semana más esperados en Ólvega.
Puedes consultar el programa completo de las Fiestas de la Juventud de Ólvega aquí.
Los olvegueños no tienen que despedirse el domingo de las fiestas de verano, ya que todavía deberán celebrar El Cristo en septiembre, sus fiestas patronales. Este será el marco de un evento que, aunque solo lleva 4 años organizándose, casi se ha convertido en una tradición: el reparto de pañuelos a los nacidos durante ese año, como reconocimiento a los hijos de Ólvega y a aquellos que tienen un vínculo especial con localidad.
“Cada quinto apadrina a un niño para intentar construir una tradición y que cuando ellos lleguen a quintos de fiestas también puedan imponer el pañuelo a los nuevos olvegueños”, asegura Elia Jiménez. El objetivo es “crear un vínculo de unión entre nuestro municipio y todos los que tengan raíces en él”, concluye. El plazo para solicitar participar en este evento ya está abierto.