Este centro, dependiente de la Consejería de Movilidad y Transformación Digital y a disposición tanto de empresas como de instituciones, tiene capacidad para realizar medio centenar de ensayos de control diferentes en las señales verticales y marcas viales que se pueden encontrar en cualquier carretera de la Comunidad Autónoma.
El Centro Regional de Control de Calidad de la Junta de Castilla y León, ubicado en el Polígono de Argales (Valladolid), es uno de los laboratorios de señalización vial más importantes de España, al tener capacidad para realizar medio centenar de ensayos de control diferentes en las señales verticales y marcas viales que se pueden encontrar en cualquier carretera de la Comunidad Autonóma.
Esta entidad, dependiente de la Dirección General de Carreteras de la Consejería de Movilidad y Transformación Digital, y que presta servicio tanto a empresas privadas como a otras instituciones, al margen de la Junta, cuenta desde el año 1999 con la acreditación de la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) para la realización de 47 ensayos relacionados con la señalización vial, lo que pone de manifiesto la competencia técnica del laboratorio para la realización de este tipo de pruebas.
El Centro, que colabora y participa en ensayos inter-laboratorios con el fin de asegurar la calidad de los resultados y participa en el Comité de Normalización para la señalización vial estudiando, revisando la normativa vigente y colaborando en la elaboración de nuevas normas, ha trabajado, entre otros, para la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR) en lo que se refiere a la certificación ‘CE’ (Conformidad Europea) de los materiales de señalización vertical y las esferas de vidrio que se utilizan en las mismas, o para el Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja, en lo que se refiere al marcado de pinturas, termoplásticos y plásticos en frío utilizados en la calzada.
Más en concreto, el control de la señalización horizontal se lleva a cabo en tres fases. Una primera que se centra en los materiales propiamente dichos y sus características (color, factor de luminiscencia, índice de refracción, tiempo de secado, resistencia al envejecimiento y ante agentes químicos, estabilidad ante el calor…). Una segunda que se dedica al control en el modo de aplicación (que la maquinaria con la que se imprima cumpla con el pliego de condiciones técnicas del proyecto). Y una tercera que vigila que la marca vial, una vez aplicada al pavimento, alcanza los requisitos esenciales exigidos por la normativa de certificación (visibilidad diurna y nocturna, color, o resistencia al deslizamiento).
Por su parte, en lo que respecta a la señalización vertical, la labor de los profesionales del Centro Regional de Control de Calidad se preocupa, de forma específica, de comprobar que las láminas retrorreflectantes contemplen los estándares que exige la normativa en cuanto a visibilidad (gama cromática, luminancia y retrorreflexión) y durabilidad (resistencia a la caída de una masa y al envejecimiento).
En resumidas cuentas, el trabajo que se realiza desde el Centro Regional de Control de Calidad, contribuye de forma directa a, por un lado, mantener y mejorar la calidad de las señales que pueblan las carreteras de Castilla y León, y, por otro, consecuencia de lo primero, al incremento del nivel de seguridad vial de aquellas.