Este martes 16 de agosto, después de la celebración de la misa de San Roque, los vecinos se reunirán en la Plaza para la tradicional 'pedida del toro'. Con este acto pretenden reivindicar el respeto por "la historia y la tradición".
Este 16 de agosto, día de San Roque, los vecinos de Ágreda tienen una cita muy especial en la Plaza Mayor. Después de la celebración de la misa del santo, acudirán a esperar a que la Corporación Municipal salga al balcón, para pedir que, otro año más, haya toro en las Fiestas de San Miguel.
Gritarán "toro" y el alcalde colgará del balcón del Ayuntamiento un pañuelo rojo, que permanecerá colgado hasta que se celebren las fiestas, y que indicará que contarán con festejos taurinos. En el caso de que los agredeños no griten, Jesús Manuel Alonso colgará mañana un pañuelo blanco y la Villa de las Tres Culturas no tendrá toros para San Miguel.
El año pasado ya pudieron volver a celebrar esta concentración popular que, en palabras del alcalde, demuestra la "gran vinculación de Ágreda con las Fiestas de San Miguel y la participación del toro en ellas". La 'pedida del toro' es un acto simbólico con el que pretenden "reivindicar que hay que respetar la res y la tradición, que es compatible con que cambien las cosas".
Los festejos, para Jesús Manuel Alonso, se desarrollan en Ágreda con rigor y respeto a las reses. "Defendemos el toro, la tauromaquia, todo el sector taurino y exigimos que a los pueblos nos permitan el mantenimiento de nuestras costumbres", apunta. Cree que las restricciones, en este sentido, vienen desde el mundo urbano, "con un desconocimiento profundo del mundo rural y las costumbres que caracterizan esta tierra, las que son propias de los pueblos y hay que respetar y difundir". Por ello, este acto es una forma de reivindicación para conceder esta petición que tiene el pueblo de disfrutar de las fiestas de San Miguel, donde el toro juega un papel importante".