Muriel de la Fuente insiste en su lamento por el abandono de sus servicios

Estte jueves, los vecinos de la localidad de Muriel de la Fuente volvían a concentrarse para poner el foco en la situación que vive el municipio, donde siguen sin disponer de cobertura de telefonía móvil ni datos de internet. Con cacerolas y pancartas y al son de "Sin cobertura, muerte prematura" y al son de sonidos de cacerola, reivindicaban este servicio de comunicación básico, a la vez que han indicado una mayor presencia de la atención sanitaria.

Para uno de los manifestantes, Nicerato Tejedor la situación es ahora "insostenible", aunque la instalación de un repetidor de telefonía en la Peña del Águila sería factible, ya que existe una línea de tensión eléctrica en sus proximidades y solucionaría el problema. Sin embargo, la carencia está haciendo que no son pocas las personas que han desistido en pasar las vacaciones en el pueblo. Ha recordado también que hace tiempo disponían de servicio de telefonía móvil algo que ahora ha desaparecido. Algo "lamentable".

Aún para quienes solamente disfrutan temporalmente del pueblo, se hace preciso apoyar esta exigencia, por tratarse de algo que hace bien a la localidad, no solo en lo que es la comunicación en sí, sino sobre todo para requerir la asistencia médica. De hecho, hay problemas para contactar con el número de Emergencias 1-1-2, según ha manifestado Raúl Trujillo, de la asociación cultural La Fuentona. Esto se hizo patente en mayo y en junio y fue transmitido a la Junta, comprobando sus técnicos que, efectivamente, la cosa era así.

Para poder hablar por teléfono, los vecinos tienen que desplazarse a más de un kilómetro del casco urbano aunque sin muchas garantías de lograr una comunicación de calidad y continua. "Aún así, con problemas, esperando que no se corte" indica.

En cuanto a la atención médica, Trujillo ha mencionado que la repercusión pública ha hecho que "una vez a la semana" un facultativo pase consulta en el pueblo, aunque el servicio no será como antes de la pandemia, habida cuenta por otro lado, de la falta de profesionales.