Tardelcuende quiere "cerrar el círculo" y destilar su resina en el municipio

Tardelcuende celebra este viernes el Día de la Resina, una jornada que se festeja en comunidad y sirve también para conocer el balance del año en cuanto al aprovechamiento resinero. Los números son contundentes: durante la actual campaña se esperan alcanzar los 600.000 kilos de resina extraída en los montes del municipio, hay 34 trabajadores directos para la gestión de unos 200.000 pinos pinaster.

Por lo tanto, a mediados de noviembre se espera celebrar el final de otra campaña de récord en Tardelcuende pues, aunque la productividad se quede en "aceptable" por la intensa sequía del verano, la producción total será más alta que nunca al haber crecido en pinos resinados y trabajadores.

Consecuencias para el pueblo

El sector de la resina no solo es el gran motor económico del municipio de Tardelcuende (un 15% de la población activa son resineros), también funciona como tractor de población, algo realmente importante en la España vaciada.

El municipio pizorrero ha ido ganando vecinos "poco a poco", refiere su alcalde, Ricardo Corredor. Actualmente, y contando con que el saldo demográfico sigue siendo negativo y mueren más personas de las que nacen, la localidad ha conseguido sumar población para "llegar al nivel de 2016", puntualiza el regidor.

Otro termómetro importante es la escuela. El colegio de Tardelcuende iniciará el curso con 27 niños, algo impensable hace unos años. De ellos, unos 16 son hijos de resineros.

Para el futuro, "cerrar el círculo"

Ricardo Corredor continúa empeñado en que el sector de la resina no deje de crecer en el municipio que él gestiona. Ya "no queda un solo pino pinaster disponible en Tardelcuende", con lo que el futuro pasa decisivamente por seguir adquiriendo pinos a propietarios privados.

Con este objetivo en mente, el Consistorio ha elaborado un plan que "ya tiene disponible la Junta de Castilla y León y durante los 15 primeros días de septiembre haremos llegar al Miteco", expresa el primer edil. Este proyecto pretende conseguir una subvención de 5 millones de euros que se emplearían en comprar pinos, renovar la flota de vehículos municipales y construir una destilería.

"Según el Informe Forestal Nacional, en un radio de 30 kilómetros tendríamos disponibles 13 millones de pinaster para poder ser trabajados, estos podrían acoger a más de 1.000 resineros y facturar no menos de 25 millones", expresa Corredor con la contundencia que le proporciona la experiencia de años.

De alcanzar estas cifras, lo deseable sería "cerrar el círculo". Es decir, conseguir que la transformación de la materia prima también quedase en el pueblo. "Así no solo ganaríamos el margen que pueda existir, sino que se aseguraría la estabilidad del aprovechamiento en cuanto a los precios", expresa el regidor.

Y es que hace dos años estos cayeron por debajo del euros para situarse en los 0,95 euros por kilo. Sin embargo, este año la mayoría de resineros están vendiendo a 1,45 euros el kilo, un "precio insospechado hace 20 años", apunta Corredor. Con una destilería propia se evitaría en parte esta volatilidad del mercado.