Indicios de esperanza espolean la búsqueda de Teresa

Continúa la búsqueda de Teresa Ariño, la mujer que desaparecía este domingo en Soria y que mantiene movilizados a más de medio centenar de voluntarios que estos días han estado, incansables, peinando diversas zonas de la ciudad y localidades cercanas. Una labor que está siendo asesorada por miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado y con la colaboración de Cruz Roja y Bomberos de Soria, entre otros.

El afán no cesa y les lleva a recorrer espacios abiertos, también dentro la ciudad, de manera concienzuda, para encontrar algún indicio de la mujer, con tenacidad y de manera anónima. Siguen colocando carteles allí donde pueden para llegar al máximo de población posible.

Los organizadores de esta iniciativa vecinal recibían este viernes un atisbo de luz sobre el paradero de Teresa. Un testigo ha confirmado a los servicios oficiales que pudo ver a la mujer en las inmediaciones de Chavaler el lunes en el monte, cerca del Tera, y que podía corresponder con los rasgos de la desaparecida. De hecho, según estas declaraciones, ella trató de evitar el encuentro, en pleno campo.

Un indicio que espolea más aún la investigación, por lo que los grupos de rastreo se acercarán a esta zona del Valle para proseguir con su labor.

Este sábado, en la estación de servicio del Caballo Blanco, nuevas convocatorias para sumarse a la búsqueda. Serán a las nueve de la mañana y a las cinco y media de la tarde.

Teresa mide 1,62 metros de estatura, su peso es de 51 kilos, tiene el cabello corto y canoso y utiliza gafas. A la hora de su desaparición vestía pantalón azul celeste, zapatillas y camiseta de rayas finas, azules y blancas.