Nacho Soria tilda de “enfermiza” la apuesta de Mínguez por el adoquín. “Solo les gusta a ellos”. El PP pide que a las calles Alfonso VIII y la Avenida de Navarra se aplique otro pavimento.
La intención del equipo de gobierno municipal socialista de adoquinar la calle Alfonso VIII y avenida de Navarra en la capital ha vuelto a enfadar al grupo municipal del Partido Popular en el ayuntamiento de Soria. Ignacio Soria, concejal y portavoz del Partido Popular en materia de Urbanismo ha criticado que de nuevo se apueste por este material para el centro de la ciudad.
Ignacio Soria ha sido duro: “nos venden que su intención es pacificar estas zonas, pero lo que realmente van a hacer de nuevo es crear un problema donde no lo hay”. Para Soria, “los vecinos y conductores van a sufrir en breve lo que de la mano de la cerrazón socialista con los adoquines están sufriendo ya los vecinos de San Juan de Rabanera o de la calle Sagunto”.
Desde el Partido Popular han venido denunciando en los últimos años la elección de este material rugoso para distintas calles de la capital. El portavoz Popular de Urbanismo ha manifestado que “estamos hartos y cansados de trasladar que hay otros materiales más propicios para asfaltar las ciudades, pero aquí el equipo de gobierno socialista, con el alcalde a la cabeza, se ha propuesto de forma enfermiza fastidiar a los conductores, vecinos y peatones con este pavimento que solo les gusta a ellos”.
Soria ha ironizado asegurando que cuando el equipo de gobierno socialista habla de pacificar, “mucha gente se echa a temblar porque sabe lo que viene después”; para el edil: “es aberrante pacificar a golpe de adoquín”. El concejal del Partido Popular ha afeado que por un lado se esté hablando de ciudad sostenible y libre de emisiones contaminantes y de ruidos, “pero después se pasen todo eso por el arco del triunfo riéndose de los sorianos”.
Ignacio Soria ha finalizado asegurando: “al alcalde de la ciudad se le llena la boca con la Agenda 2030 y con vender una Soria saludable, pero lo que subyace en verdad es que, con la vista puesta en expulsar al coche del centro, se están cargando el centro la ciudad. No quieren coches en las calles, pero no se olvidan, eso sí, de seguir cobrando el impuesto de los vehículos a los ciudadanos”, lamenta.