Además de estas especies, los ejemplares de black bass se han hecho muy abundantes dentro del territorio soriano.
La provincia de Soria cuenta con un sinfín de lugares únicos para la práctica de la pesca con numerosos ríos o embalses. No obstante, muchos amantes a este mundo desconocen los sitios exactos a los que tienen que acudir para encontrar las diferentes especies. Para ello, vamos a llevar acabo una ruta acuática en la que explicamos los puntos y las fechas en las que se pueden capturar distintos ejemplares como las truchas, carpas o black bass. ¿Nos acompañas en este apasionante viaje por la geografía soriana?
Sin duda alguna, la trucha es la variedad reina. Según estimaciones del Club ‘El Campano Soriano’, se pescan a alrededor de 2.000 ejemplares a lo largo de una temporada que arranca el 1 de abril. Esta se alarga hasta el 31 de junio en los ríos de cabecera y de montaña, mientras que en los de debajo de los embalses finaliza el 15 de octubre.
En la provincia, el río Duero, en su cabecera y a su paso por la capital, y el río Ucero, son los lugares más adecuados para su captura. Además, estas también tienen una importante presencia en el Tera y en el Revinuesa. Para atraparlas, se puede usar la mosca o la cucharilla artificial de un solo arpón. Al mismo tiempo, en los tramos declarados como AREC se permite sacar doce ejemplares por pescador y día, pudiéndose utilizar diferentes señuelos como la imitación del pez o la lombriz, siempre y cuando lo permite la ley.
Por último, desde ‘El Campano’ afirman que los sorianos cada vez están más concienciados con la pesca sin muerte, contexto que ha permitido que en los últimos años se incremente el número de truchas devueltas con vida a su hábitat.
Otra de las variedades típicas de Soria es el Black Bass, un pez cuya principal peculiaridad es su velocidad y su agresividad a la hora de atacar -su picada es feroz e inesperada-. A pesar de esta carta de presentación, los pescadores locales consiguen a alrededor de un millar durante una campaña que se alarga durante todo el año.
Por otra parte, el embalse de la Cuerda del Pozo, en primer lugar, y el embalse de Los Rábanos, son las principales ubicaciones en las que aparece esta especie autóctona. En dichos sitios, las técnicas que se emplean radican en los señuelos con imitaciones de pez, tanto flotantes como semihundidos, y en la mosca. Una vez fuera del agua la gente suele devolverlos con vida.
Las luciopercas son otra de las especies con más representación. Estas se pueden capturar durante todo el año, usando vinilos o señuelos a tractores duros. Respecto a su pesca, es importante conocer que está prohibido devolverlas al agua al estar declaradas como especie exótico invasora.
Para encontrarlas en la zona soriana tenemos que viajar hasta el embalse de la Cuerda del Pozo, el Río Duero, a su paso por Soria, o el embalse de Los Rábanos. Estas se ubican en dichas masas de agua porque conforman un hábitat perfecto, contando siempre con un caudal parecido. Entre sus características, cabe destacar que son bastante feroces y que pueden alcanzar grandes tamaños- de hasta siete u ocho kilos-.
A diferencia de las anteriores, los barbos son una especie a la que los pescadores sorianos le dedican menos tiempo por su dificultad para sacarlos del agua (debido a su enorme fortaleza). Estas “locomotoras del río”, que tienen presencia en el Duero, en el embalse de Los Rábanos, en el embalse de La Cuerda y en el río Tera, pueden ser atrapadas, en modalidad sin muerte, durante mayo y junio.
En este caso, se suelen pescar con oba, un alga que sale del río y que se presenta en forma de masilla compacta en la que se pone el anzuelo como señalizador. Otras opciones son con mosca o con cucharillas.
La Cuerda del Pozo y el embalse de Monteagudo son dos de los sitios preferidos por las carpas. Estas pueden capturarse durante todo el año, siendo cada vez más habitual su búsqueda entre los sorianos ante el gran peso que atesoran.
La principal forma para atraerlas es usando boiles, lombriz, maíz o pellet, empleándose también un embodo -masilla aromática que les cautiva para posteriormente lanzar el cebo al agua-.
Del 1 de junio al 31 de diciembre se puede atrapar una de las especies más demandas por los sorianos como lo es el cangrejo rojo. Su población se ha incrementado drásticamente en los últimos años, encontrándose en la practica totalidad de los ríos y embalses de la provincia. Sin embargo, el embalse de la Cuerda del Pozo y el río Duero son los lugares en los que más abundan.
Al ser considerada una variedad exótico invasora, las autoridades no establecen un límite de ejemplares por pescador ni un peso determinado. De esta forma, los amantes a esta práctica los obtienen con reteles y con los cebos permitidos por la normativa.
Con estos últimos protagonistas terminamos con una ruta que nos ha trasladado hasta varios puntos de la provincia soriana. Si quieres conocer varios trayectos de este tipo no dudes en visitar la página web de la Diputación, Soria Ni Te La Imaginas. En ella, cientos de aventuras te esperan para seguir descubriendo los tesoros de la provincia.