Condenado el guardia civil de Soria que disparó a su compañero tras proponerle un intercambio de parejas
Imagen de archivo.
El comandante, que insistió en ocultar lo ocurrido en Almarza, ha sido penalizado con tres meses de cárcel.
El Tribunal Supremo ha condenado con una pena de un año y dos meses de prisión al guardia civil que disparó a su compañero en Almarza en marzo de 2017. Los hechos ocurrieron después de que el acusado ofreciera por WhatsApp a la víctima, con la que guardaba una relación de amistad, un intercambio de parejas.
A pesar de que el propulsor de la iniciativa le pidió disculpas, la conversación se tensó, llegando a intercambiarse insultos y amenazas. Posteriormente, una vez acabada la jornada laboral, el condenado localizó a su compañero en un parque de la localidad, paseando a su perro. Ambos, de uniforme y armados, volvieron a discutir hasta que el que estaba con su mascota decidió marcharse a casa.
Ante esta situación, el otro decidió sacar su arma reglamentaria y realizar un disparo que pasó cerca de las piernas de su compañero. Al observa lo ocurrido, el otro guardia civil se abalanzó sobre el ejecutor del disparo para intentar arrebatarle la pistola. Tras el forcejeo, que acabó con otro disparo al aire, consiguió retirarla el arma, desplazándose inmediatamente para explicar todo lo sucedido al comandante.
Este expuso que era mejor no contar nada al capitán “porque si no todos tendrían problemas”. Sin embargo, la víctima decidió quitarle el teléfono y llamar para aclarar a su superior lo ocurrido. En ese momento, el comandante intentó marcharse a su domicilio, aunque el Guardia Civil, que fue disparado, le cerró la puerta, atrapándole la mano y provocándole heridas.
Con esa situación, al llegar el capitán, este ordenó enviar al agente herido al hospital y buscar al compañero que había realizado los disparos, quien fue poco después detenido.
Condenas
Tras todo esto, el Tribunal Supremo ha confirmado hoy todas las codenas, independientemente de los recursos presentados por los implicados. De esta forma, al guardia civil que disparó se le impone una condena de un año y dos meses de cárcel por un delito relativo a los derechos fundamentales y a libertades públicas por los militares en su modalidad de “maltrato de obra”.
Además, por otra parte, el comandante ha sido castigado por un delito contra los deberes del servicio con tres meses de prisión. Por último, el agente que hirió a su superior al cerrar la puerta deberá pagar una multa de 600 euros e indemnizar al afectado con 3.000 euros.