Visitas prescindibles

Últimamente me quejo mucho en este espacio. Lo sé. Pero no puedo dejar pasar este pequeño reducto de libertad para contarles algunas de las limitaciones, y sus frustraciones adyacentes, con las que tenemos que lidiar a diario los periodistas. En los últimos días hemos tenido en Soria dos visitas completamente prescindibles, al menos a nivel informativo. Una, lo ha adivinado, es la de Pedro Sánchez. La otra tal vez le sorprenda, pero le servirá para ver las escasas diferencias en la forma de proceder de unos y otros.

El viernes visitaba Soria Raúl de la Hoz. El portavoz del PP en las Cortes de Castilla y León hacía balance de los primeros 6 meses de legislatura, y presumía de que el Consejo de Gobierno había aprobado inversiones para Soria por valor de 16M€. Preguntado por lo aprobado para cada una de las otras 8 provincias, De la Hoz era incapaz de ofrecer el dato en rueda de prensa y su equipo de comunicación, consultado después, tampoco lo proporcionó. Solo comparando se puede saber si ese dato realmente es positivo o no para Soria, pero eso no interesa.

Otro al que se conoce que tampoco le gustan las preguntas es a Pedro Sánchez. Mejor dicho, al presidente del Gobierno. Desde que Sánchez accedió al cargo ha visitado Soria en tres ocasiones (la del sábado, una en la campaña electoral de las pasadas autonómicas y otras para acudir a Presura), y en ninguna de ellas ha atendido a los medios. Sí quiso hablar con nosotros en mayo de 2018, cuando podía prometer como oposición, que siempre es más cómodo que dar explicaciones cuando se está en el Gobierno.

Es una lástima, porque hacían falta muchas explicaciones sobre las ayudas al funcionamiento que él mismo anunció en el Congreso. Lo que los socialistas vendieron como la visita del presidente para dar la cara y contarnos lo buena que era esta medida, se convirtió en un mitin del Partido Socialista. Un mitin con todos los componentes propios de una campaña electoral: público venido de lejos, baño de masas preparado y cerrado paseando por la calle principal de la ciudad, y un discurso tan genérico que por momentos resultó ofensivo. Alguno de sus muchos aduladores en la provincia podría haberle explicado que hablar en Soria del AVE entre Madrid y Burgos solo podía encabronar más al soriano.

Sánchez se fue y quedaron pendientes las explicaciones. Las explicaciones técnicas y las políticas. Seguimos sin saber, por ejemplo, durante cuánto tiempo tendrá esa bonificación del 15 o el 20% un nuevo puesto de trabajo que se crea; cuándo se pondrán en marcha las medidas o cuál será su impacto económico. Y, sobre todo, nos faltan las explicaciones políticas para entender por qué se ha diluido tanto el potencial de estas ayudas, por qué el Gobierno de España no ha querido aprovechar todo el margen permitido por Bruselas, por qué se excluye a los autónomos o por qué se pone el contraproducente límite de los 1.000 habitantes.