CGT-Soria condena 14 irregularidades en este inicio de curso

El sindicato de enseñanza de CGT-Soria ha hecho pública una rotunda protesta ante la negativa de la Dirección Provincial de Educación a reunirse con los representantes del profesorado y enfrentar, de este modo, los innumerables problemas que han salpicado el inicio del curso escolar.

A principios del mes corriente, este sindicato solicitó formalmente una reunión con el Director Provincial con el fin de informar de numerosas incidencias que señalan un abandono de aspectos esenciales de la educación pública por parte de la Administración. A esta solicitud, la Dirección contestó con una negativa, "exhibiendo así su nula voluntad de trabajar por una mejora efectiva de las condiciones en las que se encuentra la educación pública en la provincia".

Dado el desinterés por escuchar, tomar nota y evitar en lo subsiguiente los graves inconvenientes que han acompañado al inicio de curso, y de los que, "en gran medida, es responsable, es preciso que la opinión pública tenga conocimiento del abandono y la indiferencia de la Administración ante los problemas que padece la comunidad educativa".

Las incidencias y problemas que han detectado en los primeros compases del curso escolar "son un gran obstáculo para la labor educativa, y sólo favorecen a aquellos que quieren convertir la enseñanza en una actividad lucrativa y desviar los recursos públicos hacia intereses privados". Una educación verdaderamente efectiva no puede soportar por más tiempo comienzos de curso cada vez más precarios o situaciones como las que se exponen a continuación:

- La negativa de la Administración a ofertar las plazas vacantes o, en su caso, a renovar la lista de interinidades ha dado como fruto que se contrate a profesores desde la lista del paro, obviando las garantías de formación o experiencia adecuadas.

- Múltiples problemas en la puesta en marcha de la educación para 2-3 años, entre los que se cuentan iniciar el curso sin el material y el mobiliario mínimamente exigibles para edades tan tempranas.

- En secundaria, comienzo de clases el 13 de septiembre sin contratar al profesorado interino hasta el día 15, lo que se tradujo para muchos grupos en dos o más mañanas sin clase. En primaria, a pesar de estar los maestros nombrados con anterioridad, el contrato se formalizó el día de inicio de las clases, lo que ha dificultado el inicio normal del curso.

- Traspaso desmesurado de alumnos de unos centros a otros fuera del periodo ordinario, lo que se traduce en la indeterminación e inestabilidad de las agrupaciones del alumnado.

- Asignación de cupos en los Centros sin tener en cuenta la hora lectiva de reducción aprobada para los maestros o el vago compromiso de reducir a 17 las horas lectivas del profesorado de secundaria. Esta medida afecta gravemente a los apoyos necesarios para los alumnos más necesitados.

- Subvención pública y concertación de un ciclo de dependencia (Formación Profesional) para la empresa privada Trilema, existiendo ya la misma oferta de estudios en el IES Antonio Machado.

- Eliminación del aligeramiento de la carga lectiva por simultaneidad para los alumnos del conservatorio de 1° y 3° de la ESO por falta de normativa, lo que causa un perjuicio en este alumnado y pone en peligro la misma existencia de una educación musical de calidad como la ofertada por el Conservatorio Profesional de Música.

- Comienzo de curso con sólo un borrador del currículo para los niveles impares, lo que ha significado una improvisación inadmisible cuyas consecuencias han tenido que ser asumidas por el profesorado.

- Carencia de información sobre la organización y estructura de la EBAU.

- Alarmante carencia de administrativos en los centros que obliga a los equipos directivos a abandonar otras tareas que les son específicas para formalizar una burocracia siempre creciente.

- Inicio de curso sin licitación del transporte escolar.

- Financiación insuficiente de la calefacción de los centros para el presente curso escolar.

- Necesidad de Aulas de inmersión linguística para los alumnos que llegan sin conocer el idioma, como es el caso del último aluvión de alumnos procedentes de Ucrania.